8. Propuestas de gestión de aguas al Gobierno de Navarra (capítulo del informe del agua)

    19 Jun 2020 - Agua y embalses, Informes de Sustrai

    (Este artículo es el contenido completo del 8º capítulo del informe “Las políticas del agua en Navarra, conflictos reseñables y propuestas para la gestión del agua“…) A continuación exponemos una serie de propuestas concretas, realizables todas por el Gobierno de Navarra, que en nuestra opinión son un punto de partida para la mejora en la gestión del agua.

    Parten de la base de que en el territorio navarro existen numerosos conflictos relacionados con la gestión del agua desarrollada por los sucesivos gobiernos de Navarra, y de que el actual modelo de gestión pone en peligro directo la posibilidad de conservar en buen estado nuestros ríos, acuíferos y humedales, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, y por ello, todos los valores culturales, sociales y económicos que dependen de su buen estado.

    Caudales ecológicos: definición en ZECs y ZEPAs

    Al igual que ha sucedido en otras comunidades autónomas, Gobierno de Navarra, hasta el momento, siempre ha declinado la definición de los caudales ecológicos en la planificación hidrológica realizada por las Confederaciones Hidrográficas (Ebro y Norte) en el ámbito de sus competencias.

    Sin embargo, en el caso de las zonas protegidas dependientes del agua, la comunidad autónoma, como autoridad ambiental, debe fijar los diferentes objetivos, incluyendo también el caudal ecológico. Así ha sido confirmado por Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que ha anulado los planes de gestión de varias ZECs y ZEPAs, entre otras cuestiones porque:

    En cuanto a los hábitats y especies ligadas al agua, es imprescindible la definición de los caudales mínimos y máximos, regímenes estacionales y caudal generador necesario (o rangos) para que las especies acuáticas y hábitats ligados al agua alcance su objetivo de conservación, cuya determinación corresponde a la Dirección General de la Junta de Extremadura con competencias en materia de Áreas Protegidas, independientemente de las competencias que correspondan al Estado para la adopción de las medidas necesarias que los garanticen en respectivos Planes Hidrológicos de Cuenca.

    Por lo tanto, al igual que están haciendo otras comunidades autónomas, es necesario que Gobierno de Navarra se aplique la sentencia, evitando así la posibilidad de una anulación de varios ZECs y ZEPAS.

    Propuesta: Que Gobierno de Navarra presupueste y encargue, a entidades de reconocido prestigio, la determinación de los caudales mínimos y máximos, regímenes estacionales, caudal generador y tasas de cambio necesarios para que las especies acuáticas y hábitats ligados al agua alcancen sus objetivos de conservación en todos los ZECs y ZEPAs dependientes del agua, y prioritariamente, en los siguientes:

    • ZEC Ríos Ega – Urederra
    • ZEC Sistema fluvial de los ríos Irati, Urrobi y Erro
    • ZEC Río Salazar
    • ZEC Tramo medio del río Aragón
    • ZEC Tramos bajos del Aragón y el Arga
    • ZEC Río Ebro

    Regadíos

    Navarra en el mercado estatal tiene una buena imagen en cuanto a su producción hortícola. Sin embargo, lejos de apostar por esta diferenciación de productos de calidad, el presupuesto agrícola del Gobierno de Navarro se dedica en su mayor parte a la promoción de grandes infraestructuras de riego que finalmente posibilitan la producción subvencionada de forrajes (principalmente maíz) a gran escala, lo cual desde el punto de vista económico resulta ruinoso y desde el punto de vista social, sólo sirve para vaciar más y más rápido el territorio rural, tanto en las zonas regadas, como en las zonas de las que proviene el agua, que se ven privadas de sus valores naturales.

    Se propone reorientar el presupuesto de agricultura en su totalidad, para fomentar un modelo agrario sostenible, en torno a cinco grandes ejes: a) la identidad territorial y cultural; b) la producción de alimentos de calidad a precios asequibles; c) una agricultura intensiva en conocimiento y en empleo cualificado, en lugar de intensiva en capital y explotación de recursos; d) una economía rural diversificada, no supeditada al regadío y e) la sostenibilidad hídrica

    Más concretamente, el presupuesto de medio rural, ya enormemente lastrado por la fase 1 y la ampliación de la fase 1 del Canal de Navarra, no debería dedicarse a subvencionar nuevas extensiones de un regadío que no presenta una rentabilidad económica ni social para el interés general, pero sí impactos ambientales muy negativos. El regadío es una actividad empresarial perfectamente lícita, pero el tesoro público y las generaciones venideras no tienen por qué pagar la expansión continuada del maizal transgénico.

    Propuesta: Aplicar las herramientas de recuperación de costes a cualquier nuevo desarrollo de regadío, incluyendo las modernizaciones. Evitar las fórmulas de concesión con peaje en la sombra (colaboración público-privadas), que privatizan el servicio de agua para riego, y fomentan una pérdida del control público del agua, y una sangría de fondos públicos hacia el sector privado cada vez mayor.

    Contaminación por nitratos por ganadería y agricultura intensivas

    El problema de contaminación por nitratos afecta gravemente a la salud de los ecosistemas. De manera directa, el exceso de nitratos y otros fertilizantes en las aguas, ocasionan problemas de eutrofización de las aguas. Por otro lado, la contaminación por nitratos hace que muchas de las fuentes de suministro de agua para el abastecimiento presenten problemas de calidad que llevan a buscar el agua a fuentes en las zonas montañosas de cabecera a menudo muy lejanas, con el consiguiente encarecimiento del servicio, y el deterioro ambiental que esto ocasiona en las delicadas zonas de cabecera de las que se detrae el agua.

    La evolución de contaminación de aguas por nitratos en Navarra es mala. Esta contaminación está directamente asociada a la intensificación de cierto tipo de agricultura, en especial la de regadío a gran escala, y a la expansión de una ganadería industrial desconectada del territorio en que se encuentra (Navarra cuenta ya con una cifra aproximada de 650.000 cabezas de porcino).

    Contaminación por vertidos de la macrogranja de Valle de Odieta, S.C.L. en Caparroso. Autor: Greenpeace.

    En la Resolución de 24 de marzo de 2011 de la Dirección General del Agua, por la que se determinan las aguas afectadas por la contaminación, o en riesgo de estarlo, por aportación de nitratos de origen agrario en las cuencas hidrográficas intercomunitarias, se establecían como afectadas 3 masas de aguas subterráneas situadas en Navarra.

    Pasados 8 años, el nuevo borrador de Orden Ministerial (motivado por el procedimiento de infracción de la Comisión Europea contra España por el incumplimiento de la directiva de nitratos, nº 2018/2250) publicado en información pública en julio de 2019 añade 4 nuevas (que coinciden en gran parte con las nuevas zonas de regadío), resultando un total de 7 masas de agua afectadas por nitratos en Navarra:

    • Río Zidacos desde su nacimiento hasta el río Cemborain
    • Río Zidacos desde el río Cembroain hasta su desembocadura en el río Aragón
    • Río Robo desde su nacimiento hasta su desembocadura en el río Arga
    • Aluvial de La Rioja-Mendavia
    • Aluvial del Cidacos
    • Aluvial del Ebro:Tudela- Alagón
    • Aluvial del Ebro-Aragón: Lodosa-Tudela

    Ante esta evolución netamente negativa, Navarra precisa un cambio de rumbo en cuanto a la gestión de sus zonas vulnerables, en lugar de una política continuista que se limita a recomendar una serie de buenas prácticas agrícolas y a dedicar fuertes sumas de dinero público a modernización del regadío con la excusa (desmentida por la cruda realidad) de que así mejorará el problema de los nitratos.

    Propuesta: Realizar un estudio serio y continuado de la evolución de la contaminación por nitratos en las zonas de regadío. Tomar medidas ajustadas a la importancia del problema, involucrando a las comunidades de regantes en la resolución (que no ocultación) del problema, tales como limitar si es necesario los cultivos con más requerimientos de fertilizantes, o la recogida y depuración de las aguas de retorno. Evitar el establecimiento de granjas ganaderas que aumenten el problema.

    Abastecimiento de agua: río Ega y Mancomunidad de Montejurra

    La planificación de abastecimientos en la extensa zona servida por la Mancomunidad de Montejurra se basa enteramente en el uso de aguas extraídas en el acuífero de Lókiz en Valdega, y en el abandono de otras fuentes, tales como los pozos aluviales. Así, las extracciones en el acuífero han ido incrementándose sin concesión administrativa ni control ambiental de ningún tipo, y se han acometido las obras de un PSIS (anulado por la justicia) para incrementar todavía más el volumen de extracción. Mientras, las fuentes de Valdega se secan y el río Ega, fuertemente interconectado con las aguas del acuífero, sufre estiajes más y más pronunciados.

    La Mancomunidad de Montejurra no está realizando un esfuerzo suficiente para realizar una gestión de las demandas que lleve a adecuar y reducir los consumos de agua, no actúa con suficiente transparencia ni respeto a la normativa, ni parece tener en cuenta la repercusión ambiental de sus actuaciones.

    En el Plan de Abastecimiento del Gobierno de Navarra hubo un intento inicial de abandonar por completo los pozos aluviales del Ebro (como los de San Adrian). Sin embargo, finalmente gracias a las alegaciones, se ha mantenido para usos menos exigentes. Sin embargo, otros manantiales menores van camino a ser abandonados.

    Propuesta: El Gobierno de Navarra, a través de las diferentes herramientas a su disposición, tales como la financiación de obras a través de subvenciones, y el desarrollo del Plan Director del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano de Navarra 2019-2030, debe de fomentar una mejora de la política de gestión de demandas por parte de los diferentes servicios de abastecimiento de toda la comunidad foral. En particular, debe influir en la Mancomunidad de Montejurra, incidiendo en la aplicación de medidas reales y tangibles de control, transparencia y participación que ayuden a resolver el conflicto existente en torno a las extracciones de Valdega. Así mismo, el Gobierno debe de tomar medidas para preservar en lo posible la calidad de los pozos aluviales citados y mantenerlos en funcionamiento para los usos aprobados.

    Impactos de la minería en las aguas: Potasas, Mina Muga…

    Uno de los problemas ocasionados por la industria minera es el impacto que de una manera u otra ésta puede provocar sobre las aguas, y que a menudo es completamente “externalizado”, gracias a la normativa minera, muy favorable a las empresas, y a la fuerte permisividad ejercida por parte de las administraciones ambientales.

    De este modo, en numerosas ocasiones las empresas mineras tras el cierre de la explotación dejan en el territorio legados indeseables tales como balsas de vertidos mineros de gran peligrosidad (caso de Aznalcóllar en Doñana) o inmensas escombreras contaminantes (caso de Potasas de Navarra S.A. en el entorno de la Sierra del Perdón).

    El proyecto Mina Muga de minería de potasas en la zona de Sangüesa, promovido por la empresa Geoalcali, presenta los mismos problemas potenciales que ya se han visto materializados en el precedente de Potasas de Navarra: formación de enormes escombreras de mineral salino desechado y balsas de lixiviados, salinización de aguas superficiales y subterráneas a gran escala, colapso de terrenos, sismicidad inducida. Todo ello a menos de 1 km del Embalse de Yesa y en una zona con unos riesgos geológicos extremos, como ya se ha visto en las obras del recrecimiento de Yesa o en el hundimiento de la carretera de Javier a Undués.

    En caso de que el proyecto consiguiese los permisos y la financiación que le faltan y comenzasen las obras, sería necesario desplegar una estricta vigilancia de las repercusiones en el entorno, así como del cumplimiento de todas las condiciones y no permitir ninguna desviación con respecto a lo prometido.

    Según la propia Geoalcali, “El principal reto que se marca la compañía para 2020 es la obtención de la concesión minera y los demás permisos -licencias de actividad municipales, Confederación Hidrográfica del Ebro y línea eléctrica-, que nos permitan iniciar las tareas de construcción lo antes posible.

    Propuesta: El Gobierno de Navarra debe intervenir en el ámbito de sus competencias en los procedimientos de los permisos pendientes de modo que se asegure que las obras no comiencen sin un estricto cumplimiento ambiental. En el caso de que las obras comiencen, se debe de establecer un protocolo de seguimiento del cumplimiento de las condiciones ambientales para evitar males futuros sobre las aguas como los que se han producido en el caso de Potasas de Navarra S.A.

    Seguridad de las presas: Yesa

    Las obras del recrecimiento de Yesa se iniciaron en 2001. Durante su construcción han acaecido grandes problemas: deslizamientos en ambas laderas, se han desalojado y expropiado dos urbanizaciones, y se ha vivido una peligrosa situación de emergencia en poblaciones aguas abajo.

    Todo ello ha hecho que el coste de la obra haya ascendido de manera imparable, al mismo tiempo que el grado de inseguridad que presenta la obra, y que el proyecto haya ido añadiendo modificado tras modificado, en una huida hacia adelante que todavía no ha finalizado.

    A finales de 2019 vio la luz el informe realizado para el Gobierno de Navarra “Estudio de Estabilidad y Evaluación de la Seguridad de la Ladera Derecha del Embalse de Yesa”. A pesar del maquillaje optimista con el que se ha presentado este informe por parte de las administraciones, éste concluye que esta infraestructura no dispone de margen de estabilidad o de seguridad, y por lo tanto, son necesarias “medidas adicionales para incrementar el margen de seguridad y minimizar los deslizamientos”. Además, tampoco se ha estudiado la estabilidad de la ladera izquierda de la presa, que en también ha sufrido varios deslizamientos en años anteriores.

    Esta infraestructura sin margen de seguridad habrá de compartir territorio, si las cosas van bien para la empresa Geoalcali, con la enorme operación de minería de Mina Muga, entrañando un enorme riesgo para las poblaciones aguas abajo de la presa.

    Propuesta: El Gobierno de Navarra debe de solicitar nuevamente la paralización de las obras de Recrecimiento de Yesa, y tomar todas las medidas que entren en el ámbito de sus competencias para paliar la falta de seguridad en las poblaciones aguas abajo, como realizar los planes de evacuación y los simulacros que sean necesarios en la poblaciones con mayor riesgo en caso de catástrofe.

    Abandonar los trasvases, como el previsto en el Salazar

    El pantano de Yesa una vez sea recrecido, intentará albergar una cantidad enorme de agua, que no puede ser ofrecida por los rios tributarios, principalmente el Aragón y el Esca. Por este motivo, se ha mantenido en vigor un viejo proyecto de regular el río Salazar, con una presa en Aspurz, y construir un largo canal o tubería de trasvase, con un túnel bajo la sierra de Leire, para llevar agua del Salazar al pantano de Yesa recrecido.

    De este modo, se pone en peligro uno de los pocos ríos que mantienen un cauce natural, que no está cortado por presas. Se trata además, de un cauce protegido por una ZEC, por lo que no puede sufrir según que tipo de agresiones.

    Propuesta: Que el Gobierno de Navarra ejerza su influencia y competencias para mantener la protección de esta zona ZEC, y se oponga a que se haga el estudio de viabilidad sobre el proyecto de trasvase.

    Gestión y seguimiento de especies acuáticas amenazadas

    Las especies acuáticas continentales se encuentran en grave riesgo por la degradación de su medio natural. El Informe Planeta Vivo de WWF, indica una catastrófica reducción del 83 por ciento en las poblaciones de vertebrados de agua dulce desde 1970 (medidas por el Indice Planeta Vivo).

    Navarra cuenta todavía con un elenco de especies acuáticas de enorme interés cuya supervivencia depende enteramente de una buena gestión de las aguas, incluyendo mamíferos tan escasos y amenazados como el visón europeo y el desmán ibérico o peces tan escasos y amenazados como la lamprehuela, por poner unos pocos ejemplos.

    Estas especies amenazadas sirven como testigos del estado de salud de los sistemas acuáticos de los que dependen, lo cual hace muy importante su seguimiento y su protección.

    Propuesta: Es necesario que se pongan todos los medios posibles para proteger estas especies sensibles, para lo que es prioritario el mantenimiento y la restauración de los ecosistemas fluviales. Se han de poner todos los medios posibles para detener el avance de las especies invasoras, y tratar de que los cauces vuelvan a condiciones naturales eliminando las presas que no tengan ninguna función práctica. El Gobierno de Navarra debe de ejercer sus competencias para ello.

    Medidas de gobernanza del agua

    La enorme importancia social, ecológica y económica de las aguas continentales, las intensas presiones a que están sometidos los sistemas hídricos y la competencia de intereses contrapuestos conducen a una importante conflictividad social. En Navarra, esta conflictividad, resuelta siempre a favor de ciertos grupos de poderes económicos interesados en las obras y la privatización del agua, tiene unas nefastas consecuencias en la división social y la polarización política que tanto dificultan el entendimiento y la convivencia.

    La Directiva Marco del Agua, en su Artículo 14. “Información y consulta pública”, establece que los Estados miembros fomentarán la participación activa de todas las partes interesadas. Este mandato está muy lejos de cumplirse. Los aspectos prácticos de la legislación de aguas y los planes hidrológicos siguen dictados por los grupos de interés económico. La cosmética ambiental sólo se aplica en la palabrería de los prefacios.

    Ante esta situación, son necesarias herramientas institucionales para la gestión del agua que fomenten una mayor coordinación entre las administraciones, en especial con las confederaciones y los departamentos sectoriales dentro del gobierno de Navarra. La participación pública es uno de los pilares fundamentales de la gobernanza del agua. Se ha de considerar como un deber (aumenta la calidad democrática de la toma de decisiones), una necesidad (contribuye a superar, enriquecer y mejorar las formas tradicionales de gobierno) y una oportunidad (permite una gestión hídrica más eficiente y sostenible que integra aspectos ambientales y sociales antes olvidados).

    Propuesta: El Gobierno de Navarra ha de impulsar los planes de participación en la gestión del agua, y no utilizarlos como meros adornos en la tramitación de planes y proyectos. Las propuestas presentadas en alegaciones y otras formas de participación se han de tener en cuenta hasta las últimas consecuencias, y no solo en aquellos aspectos tangenciales y que no suponen una modificación de las políticas previstas por el promotor de los mismos.

    Gestión de las vertientes: apoyo a la ganadería extensiva de montaña, a los secanos, al regadío tradicional…

    La agricultura y la ganadería tienen una enorme importancia en el modelado del paisaje, y en el funcionamiento de las vertientes como productoras naturales de agua subterránea y superficial de calidad. Deben estimularse aquellas prácticas que mejoran el comportamiento de las vertientes, y que suponen menos presiones negativas sobre las aguas y su fauna asociada.

    En las conclusiones del “Estudio de la matorralización de pastos en el Parque Nacional de Ordesa – Monte Perdido (PNOMP)de Gabriel Montserrat Martí y otros autores del Instituto Pirenaico de Ecología se informa que: “se ha pasado de un importante dominio de las plantas herbáceas en los montes peninsulares en la primera mitad del siglo xx a un dominio casi total de las especies leñosas (…) conduce a una reducción progresiva de la biodiversidad y a una pérdida de las comunidades más exigentes en fertilidad, (…) tiende a secar las fuentes y a disminuir el caudal de los arroyos de los montes ya que los árboles y arbustos mantienen una gran cantidad de follaje transpirante en verano, mientras que muchas plantas de los pastos se secan y rebrotan tras las primeras lluvias de otoño (…) Ahora se impone volver a utilizar algunas de las herramientas que aplicaron los hombres neolíticos para mantener un paisaje diversificado, es decir, el pastoreo por una cabaña de herbívoros muy variada que incluya tanto especies de espacios abiertos (vacuno, equinos, lanar y caprino) como forestales (jabalíes, ciervos y corzos) y la recolección de leña”. En efecto, abundan los artículos científicos donde se indica la repercusión de la desaparición de pastos asociados a la ganadería extensiva en la disminución de las aportaciones de agua de las vertientes montañosas.

    La agricultura de secano es menos productiva que la de regadío, pero también ocasiona menos costes, tanto económicos como ambientales. Al poner todos los elementos en la balanza, la agricultura de secano puede ser preferible al costoso regadío, fuertemente subvencionado. La productividad bruta no debería de ser el único factor tenido en cuenta a la hora de apoyar con fondos públicos un determinado tipo de agricultura frente a los demás.

    El regadío tradicional ha realizado durante su existencia un aprovechamiento muy bien adaptado a los recursos locales, sustentando a la población y formando parte inalienable del paisaje y la cultura rural. El regadío tradicional ha sido clave en la supervivencia de especies tan emblemáticas como el visón europeo. La crisis en que se encuentran algunos de los regadíos tradicionales no se debería de resolver con su completa desaparición a favor de los “regadíos altamente tecnificados”.

    Propuesta: Reorientar el enorme gasto público en subvenciones al regadío modernizado y las infraestructuras para riego, hacia otras actividades agrícolas y ganaderas beneficiosas o de impacto menor para el agua y sus ecosistemas, tales como la ganadería extensiva de montaña, la agricultura de secano, y el regadío tradicional.

    Inundaciones, espacio fluvial y ordenación del territorio

    Navarra debe de continuar en la línea de recuperación del espacio fluvial seguida en varios proyectos, algunos ya ejecutados (restauración del Arga a su paso por Funes, río Aragón en Sotocontiendas, Marcilla).

    La terrible experiencias de las graves inundaciones ocurridas en 2019 en Pueyo, Tafalla, Olite y Beire a raíz de una tormenta, combinada con el confinamiento del río Zidacos y sus afluentes y el efecto de presa producido por la Autopista de Navarra, puede repetirse con frecuencia creciente debido al incremento de fenómenos extremos asociado al cambio climático.

    Resulta crucial que la población en general, y los dirigentes de las diferentes entidades implicadas entiendan la problemática del riesgo por inundaciones y comprendan la repercusión de la ordenación del territorio en la misma, asumiendo la parte que les corresponde en la prevención del riesgo.

    Tras cada inundación, los medios de comunicación airean la exigencia por parte de afectados, alcaldes y sindicatos agrícolas de realizar las mal denominadas “limpiezas” en los ríos, cuando ni los expertos en hidromorfología ni la legislación vigente apoyan este tipo de actuaciones que acaban siendo inefectivas o contraproducentes, y con nefastos efectos ambientales.

    Propuesta: Realizar un esfuerzo de información y coordinación entre entidades de cara a la prevención del riesgo de inundaciones, tomando como posible ejemplo la “Escuela de Alcaldes”, de la Confederación Hidrográfica del Duero, para fomentar el diálogo y la comprensión del problema.