Sustrai Erakuntza eta Yesa + No elkarteek, Karmele Irigibel Galipentzuko alkatearekin batera, salaketa (PDF, 162 Kb) jarri dute Ebroko Ur Konfederazioaren (CHE) aurka, 2013ko Esako urtegiaren hondamendian “inguruko herritarrak arrisku larrian jartzeagatik”. Salatzaileen esanetan, CHEk ez zuen zuhurtzia printzipioaren arabera jokatu larrialdi hartan. Ondoren prentsa oharra, salaketaren zati bat eta Navarra Televisión-aren bideoa…
Navarra Televisión bideoaren zatia, gure aurkezpenaren berriarekin (gazteleraz)
Espainiako Gobernuaren Ordezkaritzan aurkeztu dute salaketa, Iruñean, eta hantxe azaldu dizkiete hedabideei horren zergatia. “Larrialdietako 2. mailan egonik, urtegia handitzeko proiektuaren arduradunek hiru aukera eduki zituzten: urtegia hustu, arriskua arintze aldera; larrialdi egoera 3. mailara igo, eta ondorioz Zangoza, Kaseda eta Galipentzu ebakuatu; edo zortea lagun izango zutela pentsatu eta ezer ez egin. Hirugarrena hautatu zuten”.
Urtegiaren eskuin hegala irrist egiten hasi zenetik larrialdi plan bat ezarri zen arte hainbat hilabete igaro zirela gogorarazi dute Sustrai Erakuntzak, Yesa + No-k eta Karmele Irigibelek.
Plana berandu ezartzeaz gain, CHEk ez zuen larrialdi mailen kudeaketa egokia egin, eta urtegiko segurtasunaren kontrolari dagokionez ere ez zuen behar bezala jokatu, salaketaren testuan (PDF, 162 Kb) irakur daitekeenez. “Horrek guztiak arrisku larrian jarri zituen inguruko herritarrak”.
Goiko testua Argia Aldizkariko webgunetik hartu dugu, mila esker. Ondoren, salaketaren (PDF, 162 Kb) «hechos» zatiarekin uzten zaituztegu, salaketaren oinarria delako.
HECHOS
PRIMERO: Antecedentes y construcción. Sismicidad, desprendimientos y otros problemas técnicos.
La presa del Embalse está situada en la población navarra de Yesa, formada por el represamiento del río Aragón. Situado en el noroeste de la provincia aragonesa de Zaragoza y en el este de la Comunidad Foral de Navarra, de él nace el Canal de Bardenas que trasvasa agua y riega principalmente las Bardenas Reales y la comarca zaragozana de Cinco Villas.
En los distintos proyectos del embalse de Yesa y su recrecimiento, la sismicidad de la zona normalmente se ha minusvalorado, sin embargo está demostrado que importa un grave problema en la seguridad de la Presa. Como ejemplo, antes incluso de su construcción, el 10 de julio de 1923 hubo un seísmo de gran intensidad con epicentro en Martes (Huesca), cerca del actual embalse de Yesa que inició un período sísmico que duró hasta 1925, sólo en el año 1923 se registraron un total de 189 sacudidas, según datos de la Estación Central de Toledo Instituto Geográfico y Catastral, Servicio Sismológico (datos recogidos en la obra de 1931 “El periodo sísmico <La canal de Berdún (Pirineos> 1923-1925” escrita por A. Rey Pastor, director del citado organismo). Este terremoto pudo sentirse en gran parte de España, desde Bilbao a Barcelona, recogido en multitud de periódicos de la época, documentos, informes técnicos, etc. Adjuntamos como prueba de la sismicidad de la zona el mapa de riesgos sísmicos de Aragón realizado en 2014 (doc. nº 1).
Aun así se inició su construcción en 1928 y desde el comienzo de las obras hasta su inauguración en 1959, tuvieron lugar desprendimientos de laderas y otros problemas técnicos debidos a la inestabilidad del terreno. Estando concluyendo las obras de la presa, la inestabilidad del terreno donde se construyeron los aliviaderos obligó a realizar más sondeos e inyectar cemento en los cimientos y por su volumen, la obra tuvo que sacarse a concurso en el BOE del 16 de septiembre de 1957, adjudicada en el BOE del 6 de marzo de 1958 (doc. nº2). En 1960 el cierre y llenado de la presa y su posterior desembalse reactivó deslizamientos provocando un movimiento de tierras que afectó a la nueva carretera teniéndola que reconstruir trasladándola hacia el norte. Entre 1961 y 1962 se intentó corregir el deslizamiento mediante desmontes y abancalamientos, pero en 1964 volvió a reactivarse y la ladera de nuevo, se vino abajo. Aportamos como prueba de esos intentos de reconstrucción, BOE de 5 de mayo de 1962, que publica el Decreto 957/1962 por el que se declaran de urgente la realización de obras de desmonte y complementarias de la ladera derecha del embalse (doc. nº3).
SEGUNDO: Recrecimiento. Deslizamientos, desprendimientos, grietas, movimientos de tierra, filtraciones, desalojos y expropiaciones.
Desde 2001 cuando comenzaron las obras del recrecimiento del pantano, se han producido continuos deslizamientos en ambas laderas del embalse. En 2003 la excavación del estribo de la ladera izquierda produjo un deslizamiento que provocó grandes grietas, en 2004 la excavación del talud de la ladera derecha, los reactivó y en 2005 para estabilizarla fue necesario cubrirla de hormigón. En 2006 se produjo un gran movimiento de tierra en el Monte Mélida hacia el vaso del embalse, recogida en “nota técnica sobre la visita a obra del día tres de agosto de 2006” de la CHE (doc. nº4) reconocidas finalmente por la CHE en sus notas de prensa de 20 de febrero de 2007 (doc. nº5) y 5 de febrero de 2013 (doc. nº6). En 2007 se activaron de nuevo deslizamientos en la ladera izquierda apareciendo grandes grietas, el Ministerio de Medio Ambiente paralizó las obras y encargó estudios geológicos, reconociendo públicamente que existían graves problemas de filtraciones en la ladera derecha, arrastrados desde 1930, como afirma la nota de prensa aportada del 5 de febrero de 2013. Estos estudios provocaron el cambio en el Modificado n° 3 del proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa considerando imprescindible la incorporación al proyecto, de una serie de tratamientos de impermeabilización en las laderas soporte de los estribos de la presa para evitar posibles filtraciones. Aportamos notas de prensa de la CHE de 27 de julio (doc. nº7) y 18 de septiembre de 2007 (doc. nº8). En 2008 se produjo otro desprendimiento en la margen izquierda y en abril de 2012 volvió a deslizarse esa ladera. En junio movimientos en la ladera derecha causaron la aparición de grietas sobre el terreno y viviendas vecinas. Durante los primeros meses de 2013 los movimientos de tierras en la ladera derecha alcanzaron la velocidad de 13 cm/mes, según expresó el Consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra en su comparecencia ante la Comisión parlamentaria de Presidencia, Justicia e Interior del día 5 de marzo de 2013 (puede ser descargada en la web del Parlamento de Navarra, link:http://www.parlamentodenavarra.es/47/section.aspx/viewvideo/4692 ).El 11 de febrero de 2013 más de 60 viviendas de las urbanizaciones Lasaitasuna y El Inglés fueron desalojadas por el peligro que entrañaba habitarlas (según nota de prensa de la CHE aportada como doc. nº9, de 3 de diciembre de 2015, finalmente han sido expropiadas 103 viviendas por 24 millones de euros). El 5 de abril de 2013, la CHE confirmó que en febrero se alcanzó un movimiento en la ladera derecha de una velocidad de hasta 4 cm/semana, (aportamos nota de prensa como doc. nº10), siendo que a lo largo de 2013 hubo un desplazamiento acumulado de más de 20 cm.
TERCERO: Informes, publicaciones y entrevistas advirtiendo de la peligrosidad del embalse.
A lo largo de todo el tiempo de vida de la presa de Yesa, han visto la luz múltiples informes, notas de prensa, fotografías, documentación, entrevistas, etc. que no hacen sino advertir de su peligrosidad. Ya en 1935 un informe emitido por los geólogos Sampelayo, Valdés & Sáez lo advirtió.
En 1983 Diario de Navarra publicó una entrevista al ingeniero constructor de la Presa (doc. nº11), el francés René Petit, que entre otras afirmaciones sobre la seguridad y el recrecimiento dijo; “A mí me daría mucho miedo. La presa actual tiene sesenta metros de profundidad y en su día ya hubo sus más y sus menos sobre si aguantaría o no. Hay que ser muy cauto en este tipo de obras, mucho“. (…) “Hay que tener en cuenta que al aumentar el volumen aumentan considerablemente las posibilidades de un fallo geológico. Si ahora existe una presión de diez kilos por centímetro cuadrado, con esa ampliación puede doblarse a veinte… ¿Quién va a garantizar la seguridad de tal obra?“
Más actuales podemos citar el informe de la Universidad de Zaragoza, realizado en Octubre de 1999 por Antonio M. Casas Sainz (mismo autor de otra obra de 1993 que ya advertía de la peligrosidad de la ladera izquierda de Yesa) y Mayte Rico Herrero (doc. nº12), que indica que no ha sido estudiada la sismicidad de la zona de Yesa y que existe peligro de deslizamiento catastrófico de sus laderas. Otro estudio reciente realizado por Antonio Aretxabala Díez en agosto de 2015, de la Universidad de Navarra a petición del Ayuntamiento de Sangüesa (doc. nº13), hace, entre otras, estas afirmaciones “La historia de inestabilidades de las laderas de Yesa están siempre ligadas a descalces realizados por el ser humano al pie de los taludes (…)” o “La sismicidad es un factor inherente a la zona (…) se ha actuado bajo un desconocimiento preocupante a la hora de valorar el potencial sísmico que afectará a la futura presa.” (…) “La seguridad ha venido siendo siempre una promesa (…)”.
El último estudio publicado en diciembre de 2015, “Estudio de evacuación urgente de Sangüesa como consecuencia de una rotura en la presa de Yesa” (doc. nº14), elaborado por un equipo independiente de investigadores, entre los que se encuentra el ingeniero Pablo Álvarez Indave, indica que si una eventualidad provocase la rotura del pantano, Sangüesa se inundaría en unos 23 minutos y sus habitantes carecerían de tiempo y medios suficientes para ser evacuados. Advierte a su vez, que de acuerdo al modelo acústico, la instalación de las sirenas en torno al Plan de Emergencia (cuya responsabilidad recae en el titular de la Presa, según el punto 3º del Acuerdo de la Permanente de la CNPC de 30 de enero de 2003), no cumplen la condición impuesta en el mismo y no podrían ser oídas por los habitantes. Estos hechos e informes crean serias dudas en cuanto a la gestión de la seguridad de la Presa, de las obras del Recrecimiento y de la explotación actual de la misma.
CUARTO: Manejo incorrecto de los diferentes niveles del Plan de Emergencia en el año 2012.
El 26 de noviembre de 2012 el nivel de emergencia del Plan de Emergencias de la presa de Yesa fue elevado de inexistente a 0, lo que es afirmado por la CHE en el anuncio sobre información pública de la Adenda a la modificación nº3 del proyecto de recrecimiento, publicado en el BOE del 27 de noviembre de 2014 (aportado como doc. nº15). La Directriz de 1995 llama a este nivel de emergencia “Escenario de control de la seguridad” en su apartado 3.5.2.1 que define los escenarios de seguridad y de peligro de rotura de presas para su gestión en los Planes de Emergencia. Este nivel 0 se da cuando “Las condiciones existentes y las previsiones, aconsejan una intensificación de la vigilancia y el control de la presa, no requiriéndose la puesta en práctica de medidas de intervención para la reducción del riesgo”. El 21 de diciembre de 2012 se confirmó la presencia de signos de deslizamientos en la ladera con levantamiento milimétrico del cimiento de la presa de su margen derecha, por lo que el nivel de emergencia fue elevado declarándose el Escenario 1, llamado “Escenario de aplicación de medidas correctoras”, confirmado en el mismo anuncio acompañado como documento nº15. El nivel 1 exige además de la aplicación de medidas correctoras el aviso a la población, pero esta última medida no se realizó. Debemos indicar que el primer Plan de Emergencia de la Presa de Yesa fue aprobado en 2002, pero que no fue implantado hasta el 30 de mayo de 2013, por lo que los diferentes Ayuntamientos de los municipios potencialmente afectados por una previsible rotura de la presa no habían sido informados de este ni habían tenido oportunidad de acceso al mismo, lo que por consiguiente les imposibilitaba de facto para la realización de sus correspondientes Planes de Evacuación Municipal.
El Consejero expresa en el minuto 9’ 45” de su comparecencia del 5 de marzo de 2013, que la CHE el 21 de diciembre de 2012 envió un fax al Gobierno de Navarra para advertir de un cambio de escenario de emergencia, pasando de 0 a 1, y que por ello se solicitó a la CHE un informe técnico sobre el estado de la ladera, que fue recibido el día 9 de enero de 2013. El viernes 8 de febrero de 2013 se produjo una reunión en Pamplona entre miembros de la CHE y del Gobierno de Navarra, en la que según el Consejero (21’ 33”) la CHE informa al Gobierno que “el último incremento del movimiento detectado supone un riesgo de daños estructurales graves en las edificaciones de las urbanizaciones (…) que pueden ocasionar afección directa a las personas”. Dice que en la misma reunión “Actualizan los datos que venían a darnos y nos manifiestan que hay puntos en los cuales la ladera ya estamos hablando de movimientos de hasta 13 cm/mes” (21’ 56”). Así sigue diciendo que “Vemos que las cifras de las que estamos hablando superan aquellos umbrales que hemos ido hablando con Confederación que supondrían un cierto nivel potencial de riesgo para las estructuras y para las personas.” En este punto seguía decretado el Escenario 1 y se seguía sin informar a las poblaciones aguas abajo de la presa, aunque sus habitantes habrían sido directamente afectados por una eventual rotura de presa. Según palabras del Consejero, entendemos se superó con creces el rango de movimiento marcado por los técnicos para considerar el peligro como inminente y sin embargo el nivel de emergencia no fue elevado. Considerando los datos y en relación a lo marcado por la Directriz, lo correcto hubiera sido declarar el Escenario 2, llamado “Escenario excepcional” que se refiere a cuando “Existe peligro de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que pueda ser controlado mediante la aplicación de las medidas y medios disponibles”. Este escenario, por ejemplo, hubiera obligado a evacuar a la población de Sangüesa por riesgo inminente de avería grave y debido a que no se procedió a ello y ni tan siquiera se informó de ello a la población, entendemos no se atendió al principio de cautela, que hubiera significado la elevación del nivel de emergencia y por tanto no se actuó de manera diligente por parte de las autoridades competentes.
QUINTO: Seguridad de la Presa.
El 29 de Julio de 1998 la presa fue clasificada en la categoría A, por Resolución de la Dirección General de Obras Hidráulicas y Calidad de Aguas, calificación máxima obtenida en función del riesgo potencial que pueda derivarse de su posible rotura o funcionamiento incorrecto establecida en el artículo 358. b). 1º, “Presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto pueden afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales, o producir daños materiales o medioambientales muy importantes.”
El primer y único Plan de Emergencia con que ha contado el Embalse, fue aprobado el 28 de Octubre de 2002, por Resolución del Subdirector General de Gestión del Dominio Público Hidráulico y por el Director General de Obras Hidráulicas y Calidad de las Aguas (aportamos como doc. nº16). Debido a la peligrosidad del embalse, esta resolución incorporaba un plazo máximo de dos años para que el titular de la presa implantase el Plan de Emergencia aprobado, es decir en el 2004. Para ello debía contar con la coordinación de las actuaciones por la Comunidad Autónoma responsable del Plan ante el Riesgo de Inundaciones, en que quedaría incorporado el Plan de Emergencia de la Presa. El 17 de abril de 2008, 50 años después de la puesta en marcha del embalse se adjudicaron los trabajos para la elaboración de los planes de emergencia de la presa de Yesa. El Comité de Implantación del Plan (entre cuyas funciones está la de asegurar la implantación en el plazo fijado), formado por representantes del Ministerio, Delegación del Gobierno de Navarra, Agencia Navarra de Emergencias y la Confederación Hidrográfica del Ebro, no se constituyó hasta el 31 de marzo de 2009. Finalmente el Plan no fue implantado hasta el 30 de mayo de 2013 (según nota de prensa de la CHE de 30 mayo de 2013 aportada como doc. nº17), por lo que hablamos de alrededor de 20 años desde que tal exigencia fue introducida en la legislación, de 11 años desde que se aprobó el Plan, 9 años entre que se terminó el plazo impuesto para su implantación y 5 meses después de haber elevado a 1 el nivel de emergencia de la presa.
Incluso a raíz de los últimos informes publicados, entendemos que su implantación no es lo suficientemente efectiva ni adecuada, puesto que las sirenas no han sido probadas, no se escucharían adecuadamente en el casco urbano de Sangüesa, no ha habido ningún simulacro y considerando los tiempos de llegada de agua a las poblaciones ubicadas aguas abajo del embalse, especialmente a Sangüesa, no se hubiera podido proceder a la evacuación de la población en una previsible rotura de la presa.