
Como ya hemos denunciado repetidamente, en la actualidad los proyectos para la captación de energías renovables y convertirlas en electricidad tienen un carácter especulativo. Se están desarrollando de manera opaca, sin ningún tipo de planificación democrática y ecológica. Tan sólo se está premiando el beneficio exclusivo de las empresas, por encima de las necesidades de la ciudadanía y de la protección ambiental.
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