Recientemente podíamos leer en la prensa que la Ribera es la zona de Navarra con peor calidad del aire. Este problema es debido a la alta concentración de ozono troposférico, que incumple la legislación recogida en el Real Decreto 1976/2003. El ozono se crea a través de reacciones químicas entre óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, contaminantes atmosféricos producidos en la Ribera sobre todo por las ilegales Centrales Térmicas de Castejón.
El ozono troposférico puede provocar daños en la salud humana y en la vegetación. El conjunto del ozono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles forma una neblina visible en zonas contaminadas, típica de días en los que aparece el fenómeno atmosférico de la «inversión térmica«, efecto que se produce muy frecuentemente en nuestros valles.
La planta de Cementos Portland de Olazti es otra fuente importante de estos tres tipos de contaminantes del aire, además de otros de tipo cancerígeno. Así lo reconoce la propia empresa en la documentación por la que solicita la quema de basuras en sus instalaciones, aunque trate de minimizar su incidencia. Y desde Sustrai nos tememos que la autorización de esta nueva actividad para incinerar residuos aumente las emisiones contaminantes a la atmósfera, debido a la combustión de materiales heterogéneos en los hornos de la cementera.
Desde Sustrai Erakuntza creemos que es hora de que la sociedad Navarra pueda decidir realmente el tipo de gestión que quiere realizar de sus residuos. Y también que pueda organizar una planificación democrática para el desarrollo de energías limpias, descentralizadas, renovables y de bajo impacto.
Publicado en la revista Guaixe de Sakana (en euskera).