Ante el inminente comienzo de las obras de construcción del Tren de Altas Prestaciones en un nuevo tramo, el comprendido entre Castejón y Cadreita, la Fundación Sustrai Erakuntza considera que el Gobierno de Navarra continúa con su política de hechos consumados y huida hacia delante. La Fundación Sustrai Erakuntza quiere recordar la inseguridad jurídica con la que se están ejecutando estas actuaciones, al no existir una Declaración de Impacto Ambiental (DIA en adelante) vigente, y encontrarse el asunto recurrido en los tribunales de justicia de Madrid.
Sustrai presentó a principios del año 2011 un recurso en la Audiencia Nacional, motivado por la falta de validez de las DIAs de los diferentes tramos del TAV en Navarra, aprobadas en agosto de 2004. En la demanda se denunciaba que ya se habían superado los cinco años de vigencia que disponen las Declaraciones de Impacto Ambiental, en virtud al artículo 14 del Real Decreto Legislativo 1/2008 sobre la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos. Por tanto, el proyecto del TAV a su paso por Navarra no dispone a día de hoy de una DIA actualizada, incumpliéndose así la legislación ambiental actual y dejando la prevista ejecución de las obras en una situación irregular.
La Fundación Sustrai Erakuntza entiende que es lógica la previsión legal de caducidad de las declaraciones de impacto ambiental. Hay que tener en cuenta que el contenido de los estudios ambientales está definido por un marco físico y temporal concreto y cambiante, y por tanto el mero transcurso del tiempo hace que se queden obsoletos. Así, creemos que es evidente que la situación ambiental (por no citar la económica) de nuestro territorio ha cambiado desde que se aprobara definitivamente el proyecto en el año 2004. Por ello consideramos que resulta necesario una actualización de las DIAs y del proyecto en su conjunto, aunque la normativa no lo exigiera.
En noviembre de 2011 el Gobierno de Navarra citaba “un informe en el que considera que no se han producido cambios sustanciales en los elementos esenciales que sirvieron de base para realizar la evaluación de impacto ambiental del estudio informativo”. Ver nota de prensa del Gobierno de Navarra. Esta cita en la nota de prensa del Gobierno ya delata cierta preocupación en el promotor del TAV, causada probablemente por el hecho de que se han estado instruyendo diligencias en la Audiencia Nacional por este motivo. Pero ¿quién conoce este informe? ¿dónde está publicado este informe? Porque se puede comprobar, de hecho, que este informe que cita el Gobierno de Navarra no ha llegado a la sala que ha instruido este caso en la Audiencia Nacional.
Así pues, consideramos que el Gobierno de Navarra está realizando obras sin la cobertura legal necesaria. Vemos que existe un riesgo alto de que los tribunales de justicia estimen el recurso por el que se solicitaba el reconocimiento de que no existe una DIA vigente. Esto supondría la paralización de todo el proyecto del corredor navarro de alta velocidad (o altas prestaciones) y, por consiguiente, un grave perjuicio para la sociedad navarra, que habría visto como sus administradores vuelven a dilapidar y derrochar el dinero público en una obra inconclusa.
Pero es que, además, la construcción del TAV ya supone de por si un dispendio económico de difícil justificación. Su construcción completa en Navarra implica un desembolso económico de más de 3.000 millones de euros, que de momento está aportando Navarra (aunque se diga que finalmente los pagará el Estado). A esta cantidad hay que añadir los 45 millones de euros que el Gobierno de Navarra pagará por los intereses de los préstamos que ha tenido que solicitar para adelantar el gasto. Y este desembolso se ha empezado a realizar a pesar de que el Estado aun no ha concretado como realizará el tramo que le corresponde entre Castejón y Zaragoza, que conectaría el TAV navarro con el resto de la red.
También es necesario recordar los importantes impactos medioambientales que esta nueva infraestructura implicaría para nuestro territorio. El Tren de Alta Velocidad produciría en Navarra un considerable efecto barrera, que afectaría tanto a la fauna, como a las personas al realizar sus labores en el campo. Así mismo se produce un efecto de destrucción y fragmentación sobre hábitats naturales con gran incidencia sobre la biodiversidad local, afectando a lugares reconocidos como zonas protegidas medio-ambientalmente. Este sería el caso del viaducto que debería construirse sobre el río Ebro, con una afección directa sobre el Enclave Natural EN-24 Soto Alto. Y a ello se deberían añadir los niveles elevados de ruidos y vibraciones que deberían soportar algunas poblaciones si se llegara a construir la infraestructura. En este tramo el ejemplo lo tenemos en Cadreita, situada a escasos 600 metros del trazado, y cuyos efectos negativos se acumularían a los que ahora ya soporta por la influencia de la autopista.
Por todo este conjunto de razones, la Fundación Sustrai Erakuntza solicita la paralización inmediata de todas las obras y tramitaciones administrativas realizadas en torno a este proyecto, al menos hasta que los tribunales aclaren las lagunas jurídicas que se han detectado.
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