La sentencia a Valle de Odieta interpela al Gobierno de Navarra por su apoyo a la ganadería industrial

    1 Nov 2025 - Agua y embalses, Macrogranjas, Notas de prensa

    La sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2 de Pamplona, por la que se condena por delito ambiental a directivos de la macrogranja Valle de Odieta, interpela directamente las decisiones del Gobierno de Navarra. La sentencia ha dejado claro que directivos de esta macrogranja fueron quienes cometieron el delito. Quienes contaminaron gravemente zonas naturales de gran valor, y quienes las han dejado en un estado de desastre medioambiental que difícilmente va a poder ser revertido. La sentencia tiene un aspecto clave, mas allá de las penas de prisión o multas establecidas, obliga a la empresa a realizar las actividades necesarias para restituir los ecosistemas. Otra cosa es que ello sea posible.

    Pero lo que se vislumbra tras todo esto, en opinión de Sustrai Erakuntza, es la connivencia del Gobierno de Navarra, y sobre todo del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente con las empresas de la ganadería industrial, y en particular con Valle de Odieta. Durante los cuatro años largos que han durado las investigaciones y el juicio, el Gobierno no ha dejado de amparar la ampliación y establecimiento de nuevas macrogranjas en el territorio navarro. Como ejemplo, esta fundación ha recibido la notificación de dos nuevos proyectos en el mismo día que conocíamos la sentencia que condenaba a la macrogranja de Caparroso.

    Porque no solo favorece la extensión de las macrogranjas en general, el Gobierno actúa además para promocionar a la macrogranja Valle de Odieta. En su momento ya comentamos lo icónico que resultó que el mismo día que empezaba la vista oral de este juicio, Medio Ambiente diera el parabién ambiental a la ampliación de la macrogranja. Una ampliación que permitiría que Valle de Odieta pueda aumentar su cabaña ganadera hasta las 10.072 cabezas de ganado de diferentes edades, un 29,13 % más que en la actualidad. Y una ampliación que se sumaría a otra instalación que la macrogranja a solicitado para poder abrir una granja para 1.450 terneras en una ubicación cercana a la actual.

    Y no es la única autorización a esta macrogranja que va camino de ser aprobada por este gobierno. La empresa tiene ya autorizada por el gobierno la construcción de varias instalaciones para la “depuración” de aguas residuales y digestatos, el residuo líquido que resulta después del proceso de biometanización de sus purines junto con otros residuos, y que luego son esparcidos en el campo como fertilizantes. Los mismos digestatos que ocasionaron la contaminación de 2021 que se ha juzgado en esta sentencia, y que como vemos acaban contaminando con nitratos las zonas naturales.

    Pues bien, la empresa dice que con esas “depuradoras” lograría que esos digestatos altamente contaminantes se puedan convertir en agua de riego, un agua con el que se puede regar de manera reiterada los campos de labor para aportarles agua. Es importante saber que la utilización de digestatos como fertilizante solo se puede realizar del orden de una vez al año, y no de manera continua como en el caso del riego. Y la problemática de utilizar ese agua para regadío estriba en que a día de hoy no hay tecnología de depuración que logre lo que la empresa pretende, que el purin y el digestato se conviertan en agua pura, sin apenas contenido en nitratos. El temor que tenemos es que la “depuradora” sea una cortina de humo para permitir a la empresa seguir realizando prácticas como la que se ha juzgado, consistentes en regar habitualmente los cultivos con “aguas” con una cantidad excesiva de nutrientes (fosfatos, nitratos…), lo que contribuiría a agravar la nefasta situación de las tierras y aguas navarras, altamente contaminadas por estos últimos. Por eso hemos llevado también ese proyecto a los tribunales.

    Todos estos proyectos ya están aprobados por el Gobierno de Navarra, o están en vías de hacerlo. Un gobierno que no se personó en el juicio por contaminación de espacios que él mismo declaró como protegidos. Y un gobierno que menosprecia la labor de sus técnicos medioambientales, guarderío forestal y técnicos del departamento, que contra viento y marea han peleado para acudir como testigos y peritos al juicio y expresar en él sus conocimientos, y también su impotencia ante los obstáculos que les imponen desde la dirección del departamento. Actuaciones todas que demuestran la poca implicación de Medio Ambiente para hacer frente al grave problema que supone la industria ganadera y sus diferentes ramificaciones.

    En la actualidad el Gobierno de Navarra está debatiendo qué hacer ante otra expresión de la industria agroganadera, las grandes plantas de biometanización. Son grandes industrias que se pretenden instalar en nuestro suelo agrícola, que tratan cientos de toneladas de residuos ganaderos y de otros tipos, para sacar biogás, y dejar una cantidad similar de digestato como residuo para distribuir en los campos de labor. Empresas que, siguiendo el modelo de las macrogranjas, se instalan “a lo grande” y tratan de atraer residuos desde largas distancias para permitir su abastecimiento. El problema es que luego esa misma cantidad de residuos deben de ser aplicados en campo, y tanto transporte encarece su funcionamiento, por lo que contaminaciones como la que produjo Valle de Odieta en 2021 serían cada vez mas probables.

    Ante estas circunstancias, no podemos hacer sino denunciar la actuación del Gobierno de Navarra en estos asuntos. Porque no está actuando para salvaguardar la agricultura y ganaderías tradicionales y pegadas a la tierra, que es el modelo que necesitamos. Y porque está favoreciendo de manera expresa las actuaciones ilícitas de una macrogranja como es Valle de Odieta y su empresa de biometanización HTN. La supuesta suspensión de la tramitación a algunas de las grandes plantas de biometanización que se votó ayer en el Parlamento de Navarra es el ejemplo mas reciente de esta actitud en la política en Navarra. Es necesaria una moratoria real a todos los proyectos que hay, y analizar adecuadamente la situación, para llegar a una planificación democrática y adecuada para las necesidades del sector primario de Navarra.

    Y por otra parte, tenemos que pedir a la población que siga atenta a lo que pasa en su entorno. Porque solo la actitud vigilante de la ciudadanía puede salvar al medio rural de desastres como el que ocasionó Valle de Odieta en 2021. Hay que recordar que fue la vigilancia y el trabajo anónimo, desinteresado, silencioso, y muchas veces injustamente incomprendido de personas voluntarias de Marcilla y Villafranca las que han destapado todos los tejemanejes de esta macrogranja. Y de tantas otras personas que están actuando en sus territorios para defenderlos y evitar la barbarie de la implantación de macroproyectos. Queremos expresar nuestro recuerdo y reconocimiento especial a nuestro compañero Conrado García Napal recientemente fallecido, que desde Larraga vigiló durante décadas las actividades de la biometanización Biomendi de Mendigorria. Le dedicamos en especial a él esta pequeña victoria.

    Rueda de prensa en la que se analizó en profundidad la sentencia.