El pasado jueves, 22 de abril, se reunieron en Madrid entre otras personas, Bernardo Ciriza, Consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra y Casimiro Iglesias, director general de Planificación y Evaluación de la Red Ferroviaria en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En dicha reunión se confirmó el continuar desarrollando la llamada conexión ferroviaria de la línea Casetas-Bilbao por el llamado corredor navarro del tren de alta velocidad o altas prestaciones.
Para ello se realizará una inversión de unos cuarenta millones de euros en la obra del enlace de 4,1 kilómetros desde el viaducto (nuevo puente previsto sobre el río Ebro en Castejón), procediendo a iniciar el correspondiente estudio informativo, incluyendo su tramitación ambiental, en un no determinado corto plazo de tiempo.
También cabe destacar que el Estado ha asignado 62,67 millones de euros en 2021 para avanzar en las obras del TAV/TAP entre Villafranca-Olite y Olite-Tafalla y este mismo año, también se prevé contratar el proyecto constructivo del tramo Tafalla-Comarca de Pamplona según los datos, información y voluntad política de los Gobiernos de Navarra y del Reino de España.
Si añadimos que la Presidenta Chivite y su Gobierno quieren hacer una nueva estación de ferrocarril en Tudela para el TAV/TAP como dijo hace algunas semanas en una entrevista y que el Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea, exige también activar y acelerar el PSIS en Etxabakoitz para hacer la nueva estación del TAV/TAP y seguir con el pelotazo y la especulación inmobiliaria que sostiene dicho plan sectorial, nos encontramos con que los gobiernos (el del régimen, el del cambio y el de progreso) nada han hecho y están haciendo por paralizar realmente la construcción del TAV/TAP en Navarra y en otras partes del Estado español.
La situación de deuda insostenible que tiene el Estado español entre otras razones, por las inversiones multimillonarias en líneas de alta velocidad en los últimos treinta años, con el consiguiente desmantelamiento del ferrocarril como servicio público, han sido constatadas y denunciadas por informes de instituciones europeas y españolas en los últimos diez años especialmente.
Resulta descorazonador que a nivel institucional no haya apuesta por ningún grupo con poder de incidir en los presupuestos del Estado y de Navarra, para marcar líneas rojas que no se pueden transgredir. Con la que está cayendo y no sólo es cuestión de la sindemia del covid, desde la crisis financiera del capitalismo global en el 2008 referencial y con los diferentes gobiernos habidos desde entonces, se sigue manteniendo un modelo que fortalece un sistema pleno en corrupción, despilfarro, destrucción e imposición.
Necesitamos un Tren Público y Social para el transporte de personas y mercancias aprovechando los recursos, trazados y estaciones y apeaderos existentes. Esa propuesta, alternativa al TAV/TAP, fue concretada por la Fundación Sustrai Erakuntza después de casi dos años de presentaciones, debates, incorporaciones y análisis hace más de tres años, recorriendo más de veinte localidades, con más de cuarenta reuniones en las que participaron más de seiscientas personas y más de un millar vía redes sociales. Hay alternativa y se llama TPS, solo hace falta voluntad política para llevarla acabo por las instituciones que dicen defender los intereses sociales.
El movimiento popular, en este caso contra el TAV/TAP, no está en sus mejores días en cuanto a fuerza y presencia en las calles, pero lo hay y existe a pesar de los tiempos que tocan, donde parece que todo se resuelve con un tweet o el pragmatismo de agarrarse a clavos ardiendo para justificar lo injustificable. No se puede decir que se está contra el TAV/TAP y a favor del Tren Público y Social y asumir como inevitable los conceptos, el discurso y los hechos que apuntalan un modelo que sigue con más o menos dinero y plazos, construyendo una infraestructura que mantiene el latrocinio de dinero público de la sanidad, la educación, las pensiones y de la mejora de los servicios del tren actual por poner unos ejemplos que siguen siendo tan vigentes como antes. El dinero del TAV es incompatible con la idea de dejar a nadie atrás. O estamos a Rolex o estamos a setas…, y es época de setas.
Pablo Lorente Zapatería