
Nuestro planeta y nuestro pueblo sufre un proceso de degradación ecológica, económica y social sin precedentes. Numerosos indicadores nos hablan de un deterioro de las condiciones de vida de nuestra especie. El calentamiento global, la sexta extinción masiva o la acidificación de los océanos sólo son tres ejemplos de una lista que no ha dejado ni dejará de crecer con la senda capitalista actual.
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