Las obras del TAV se han iniciado en Navarra sin ningún estudio que lo justifique. En 1999 el Ministerio de Fomento realizó un estudio de demanda y rentabilidad del Corredor Navarro de Alta Velocidad, del que nadie conoce sus conclusiones porque no ha sido nunca publicado. En noviembre de 2010 el Gobierno de Navarra presentó otro informe que había encargado a la empresa MECSA, que sólo recogía los beneficios del TAV, al impedir que se aportara ningún análisis de sus impactos. De este informe sólo se han publicado titulares, por lo que Sustrai ha abierto un recurso contra el Gobierno de Navarra por incumplimiento de los derechos de acceso a la información ambiental.
Ante la falta de análisis sobre la rentabilidad social y económica del TAV, Sustrai se ha visto obligada a impulsar dicho trabajo, fruto del cual ha presentado un estudio elaborado por los economistas e investigadores de la Universidad del País Vasco Roberto Bermejo, David Hoyos y Alejo Etchart. El texto completo del estudio puede obtenerse desde nuestra página web.
El informe es amplio y abarca tanto un estudio del desarrollo de la Alta Velocidad en el Estado Español, como de su implantación en Navarra. Informa de que, debido a los altos costes de construcción, mantenimiento y explotación, y al escaso número de viajeros, el corredor navarro del TAV no tendría ningún tipo de rentabilidad económica y sería especialmente deficitario, por lo que requeriría de subsidios públicos continuados. Por este motivo, aboga por la modernización del ferrocarril convencional existente, para permitir el uso tanto para viajeros como para mercancías, proponiendo analizar incluso el uso de un “tercer carril” que permita la utilización de vagones de ancho europeo.
[Publicado en la revista de Sakana Guaixe (en euskera)].