Es pública y ampliamente justificada la denuncia de la Compañía 3R frente al proceso de participación, información y aprobación del nuevo Plan de Gestión de los Residuos en Navarra y, especialmente, la opción de implantar una INCINERADORA como solución al problema de los residuos en Navarra, dando un salto diametralmente opuesto a las líneas estratégicas defendidas en los anteriores planes aprobados y contraviniendo la opinión generalizada de los ciudadanos y numerosas entidades municipales.
Siempre hemos planteado y exigido una apuesta firme y decidida por una Recogida Selectiva Integral con compostaje de la materia orgánica como la única posibilidad viable, social y medioambientalmente, para gestionar los residuos. Es de obligado cumplimiento explorar y desarrollar por orden de prioridad todas las posibilidades que conlleva cada uno de los pasos de la jerarquía estipulada por la legislación respecto a los residuos. Está experimentado y sabemos que si se desarrolla la Prevención-Reducción, la Reutilización y el Reciclaje el impacto del rechazo será mínimo y no serán necesarias infraestructuras caras ni agresivas para el medio natural o social.
Frente a ello el Gobierno de Navarra se mantiene en su empeño de implantar la incineración de más del 50 % de los residuos generados con un gran gasto económico en tiempos de crisis y recortes sociales.
Y no parece suficiente el empecinamiento en defender por decreto la incineración a costa de la opción más racional y barata, de la oposición social y del posible deterioro del medio natural, sino que se intenta colar por la puerta falsa concediendo a Cementos Portland Valderribas de Olazagutia una modificación de su autorización para fabricar cemento que le permite incinerar residuos y se le inscribe como Gestor de Residuos. Es decir, contraviniendo las propias limitaciones que se señalan en el PIGRN respecto a la ubicación de las instalaciones, se autoriza la incineración en un núcleo urbano, sin debate social y político, sin estudio de alternativas y sin exposición pública pese al rechazo social con más de 3.200 vecinos de Sakana que han expresado claramente al Gobierno de Navarra su voluntad contraria a dicha actividad.
Nuevamente nos encontramos con una hábil estrategia y evidente connivencia entre el poder político y el poder económico. No es situación menor que la Dirección de Medio Ambiente, Sostenibilidad e Innovación del Grupo Cementos Portland (FCC) recaiga sobre Ignacio Elorrieta que ocupó el cargo de Dirección de Medio Ambiente en el Gobierno de Navarra. La multinacionales no son ajenas a los nuevos campos productivos descubriendo también que la “basura es un tesoro” con suculentas subvenciones y venta de caras tecnologías. Al igual que en otros sectores, en este caso Portland Valderribas (FCC) opera un tránsito de la producción de cemento, barato y con mucha competitividad extranjera, hacia la incineración que conlleva pingues beneficios sin escrúpulos sociales o medioambientales y pasando por encima de los convenios internacionales como el de Estocolmo que identifica a las cementeras que incineran residuos como una de las principales fuentes de emisión de dioxinas y furanos, sustancias altamente cancerígenas ante las que no existe un nivel seguro de exposición.
Sin duda la defensa estratégica está bien montada por parte de Cementos Portland iniciando primero una guerra de miedo entre sus propios trabajadores y posteriormente justificando como una defensa medioambiental la sustitución del combustible pet-coque (derivado del petróleo) por los residuos. Nada nuevo en las formas de hacer de las grandes empresas que recurren a cualquier presión y argumentación para avanzar en sus beneficios y en su afán de ganancia: responsabilidad medioambiental corporativa y defensa de los puestos de trabajo, dos buenos argumentos para el engaño.
La incineración de residuos no puede contemplarse ni defenderse como una práctica saludable y de beneficio ambiental, la emanación persistente de agentes contaminantes y peligrosos es de difícil medición y necesariamente evitable.
La defensa de los puestos de trabajo siempre estará en función de los intereses de la empresa y no de los propios trabajadores. En cualquier momento, con o sin incineración de residuos, la empresa puede determinar cambiar de ubicación, reducir plantillas por máquinas o cerrar porque no le resulta “rentable” el negocio.
Por todo ello, la Compañía de las 3R manifestamos nuestra solidaridad con la Plataforma de Vecinos y Vecinas de la Sakana que se oponen a la INCINERACIÓN de residuos en Cementos Portland de Olazti y anímanos a los diferentes sindicatos y trabajadores de la planta cementera a reconsiderar su apoyo a la actividad de quemar residuos. La defensa de la vida y de la convivencia está por encima del miedo generado o la defensa lucrativa de una multinacional, los derechos laborales se conquistaron con lucha, firmeza y estrategias ante los dueños de los medios de producción, por eso hoy, todavía, podemos decir que tenemos un estado de derecho.
Nos sumamos y animamos a participar en la manifestación del día 16 de Julio en Alsasua bajo el lema: Errausketarik EZ Cementos Portanden / NO a la incineración de residuos en Cementos Portland.
Y aportamos: SÍ a la Recogida Selectiva Integral con compostaje de materia orgánica, es responsabilidad de todos.
Ana Malón Irurita y Andoni Romeo Mauleón. COMPAÑÍA DE LAS 3R.