En las últimas semanas estamos asistiendo a distintos anuncios que muestran el empecinamiento del Gobierno de Navarra y del Estado por seguir adelante con las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV). A iniciativa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, distintos Ayuntamientos de la Sakana están recibiendo notificaciones, para realizar sondeos geotécnicos en sus localidades, entre mayo y septiembre del 2023, como parte del estudio de alternativas con las que pretenden enlazar el TAV con la Y vasca. Para realizar estas prospecciones se conmina a los ayuntamientos a que proporcionen información sobre parcelas y propietarios afectados.

Este anuncio viene precedido por el sometimiento a información pública de los estudio informativos de la red ferroviaria tanto en la comarca de Pamplona, como en el tramo Zaragoza-Castejón, el anuncio de construcción del viaducto sobre el río Ebro, el escandaloso trato de favor del Gobierno de Navarra a Volkswagen pagándole la eliminación de la vía ferroviaria que atraviesa la planta para dar salida a sus productos…

La fundación Sustrai Erakuntza quiere dar la voz de alarma sobre este proyecto inútil, tanto a nivel social, económico como ambientalmente. Un proyecto que ya nos ha supuesto hasta el momento el despilfarro de más de 170 millones de euros en un momento en que el deterioro de los servicios públicos es notable, el castigo a poblaciones como Castejón y Tafalla, los movimientos especulativos en la Comarca de Pamplona, la presión en Sakana y Aralar, la pérdida de centenares de hectáreas de tierras comunales y de cultivo, el incremento de las emisiones de CO2, la afectación a zonas protegidas y la biodiversidad, la falta de medidas para recuperar y promover la actual infraestructura ferroviaria (abrir estaciones, aumento de servicios,…) para lo que debería ser un auténtico servicio público ferroviario de cercanías,…

Las obras del TAV suponen una enmienda a la totalidad a la aprobación de leyes de cambio climático, discursos sobre la economía sostenible y la transición energética. Empecinarse en dichas obras con la aprobación de partidas presupuestarias, estudios informativos, prospecciones geotécnicas, nos alejan de la senda a recorrer para hacer frente a la emergencia climática, y para la sustitución los actuales modos de producción y de consumo.

Desde la fundación Sustrai Erakuntza hacemos un llamamiento para exigir la paralización de las obras del TAV. Ni en Tudela, ni en Castejón, ni en Tafalla, ni en Pamplona, ni en Sakana. Es necesaria reactivar la acción conjunta y la movilización en todo el territorio navarro afectado. Estamos a tiempo de parar este sinsentido. No al TAV, sí a favor del tren social para toda Navarra.