El Consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, ha anunciado la decisión del Gobierno de Navarra y de España de gastar otros 200 millones más de euros para ahorrar 20 minutos en el trayecto Campanas – Castejón. Un tramo cuyo coste total, en caso de realizarse, llegará a superar los 700 millones de euros.
Esta desviación de fondos públicos, tanto de presupuestos como de fondos europeos, hacia el Tren de Alta Velocidad (TAV) implica un mal uso que va a conllevar aún más costos que los simplemente económicos.
Cuando la presidente Chivite y la consejera Gómez han estado en Glasgow, ¿no han oído hablar que la construcción del TAV implica un elemento contaminador con fuertes emisiones de gases contaminantes difícilmente compensables?
Cuando se está tramitando la Ley Foral de Cambio Climático en el Parlamento de Navarra, y nos hablan de medidas de mitigación, ¿no se han enterado de que el tren convencional mejorado, que transporta personas y mercancías, es la medida más racional, más económica, más justa y más eficiente en términos de consumo de energía y emisiones de CO2?
Y por último, y atendiendo a criterios sociales, ¿cómo puede permitirse gastar centenares de millones de euros en una obra que ni va abrir nuevos apeaderos ni taquillas ni va mejorar los servicios y frecuencias a los pueblos hasta el punto de llegar a poner en peligro lo poco que queda en la Zona Media ni va a sacar vehículos de las carreteras?
Pensamos que todavía hay tiempo para detener este “sinsentido” y destinar el dinero público a la mejora de la red ferroviaria actual. Desde 2018 contamos en Navarra con una propuesta de Tren Público y Social, frente a la imposición del Tren de Alta Velocidad que favorece a las élites económicas y acaba con recursos financieros, naturales, medioambientales y agrarios.
La Fundación Sustrai Erakuntza, desde la humildad de lo que representa, pero escandalizada y apremiada por la gravedad de las decisiones que los gobiernos están adoptando, queremos expresar nuestra opinión. Es momento de exigir la paralización de las obras del Tren de Alta Velocidad y que no se proceda a la adjudicación de ningún otro tramo más. Es momento que los partidos políticos pongan sus votos a favor del Tren Social y rechacen el destino de presupuestos públicos para el TAV, en Madrid como en Iruñea. Es momento de la movilización y de la implicación del tejido social y sindical porque tenemos que hacer imposible aquí lo que desde Madrid, con la conformidad del Gobierno de Navarra del progreso, y de UPN, nos quieren imponer. En este sentido, la movilización que ORAIN ARDURA ha organizado para el próximo 11 de diciembre exigiendo “el uso del dinero del TAV para gasto social” es una oportunidad más para mostrar nuestro rechazo al TAV, y en favor del Tren Público y Social desde Castejón hasta Altsasu.