
La edición digital del Diario de Navarra a las 20:42 del pasado miércoles, 15 de octubre, recogía las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Begoña Alfaro con el titular «El Gobierno de Navarra se posiciona en contra de la moratoria para plantas de biometano«. En dichas declaraciones, la vicepresidenta indicaba que según los informes que maneja el departamento de Desarrollo Rural, se podría incurrir en «algún tipo de responsabilidad patrimonial» por las pérdidas económicas que pudieran alegar las empresas al ver paralizados sus proyectos, en caso de aprobar la moratoria sobre la construcción de macro plantas de biometanización que han propuesto los grupos parlamentarios de Geroa Bai, Contigo/Zurekin y EH Bildu.
Ante estas declaraciones, no desmentidas, la Fundación Sustrai, desde la indignación y reprobación, quiere realizar las siguientes consideraciones y demandas:
1.- La excusa del gobierno navarro para no llevar adelante dicha moratoria es tan endeble como la falta de planificación por su parte para resolver el problema que desde el mismo gobierno han provocado.
2.- El único patrimonio real que está siendo continuamente vulnerado y dañado es el cuidado de la tierra, el agua y el aire. Las políticas permisivas del Gobierno de Navarra están alimentando cantidad de proyectos especulativos por parte de empresas sin solvencia económica ni profesional para desarrollar proyectos industriales que van a acabar de rematar la salud de las superficies agrícolas, ganaderas y naturales de Navarra. La contaminación de suelos y de los recursos hídricos tienen un precio mucho más alto e irreparable que las posibles responsabilidades patrimoniales: sin suelos sanos y agua de calidad no hay futuro para nadie.
3.- La inmensa mayoría de las solicitudes presentadas para la construcción de macro plantas de biometanización no son para autoconsumo tal y como indica quien haya elaborado la noticia. Eso es falso y tendencioso.
4.- Exigimos a los grupos parlamentarios, a quienes conforman el gobierno, lo sostienen o se encuentran en la oposición, a que apliquen la racionalidad y el sentido común para:
a) paralizar todas las solicitudes realizadas desde el 1 de enero de 2024, ya que el grado de tramitación no es óbice para ello. Y esta paralización debe ser inmediata. Cualquier dilación en hacer efectiva la aprobación y aplicación de la moratoria sobre las plantas de biometanización premia a intereses económicos y políticos particulares y no a la defensa de la legalidad y de los pueblos más directamente afectados por su posible construcción.
b) preservar el carácter estratégico del sector primario en Navarra para promover un sistema alimentario más equitativo, sostenible y centrado en las necesidades locales.
c) para instar al estudio, análisis y planificación de un plan de biometanización para Navarra, con participación de ayuntamientos, del sector ganadero y agrícola, así como del movimiento popular, que no responda a intereses especulativos como los proyectos presentados hasta la fecha. Un Plan que debe servir para dar soluciones prácticas, locales y acorde con una ganadería y agricultura necesarias para la vida de las personas y la defensa del territorio y su biodiversidad. Este es el principal patrimonio a preservar, el de todas y todos, el de hoy y el del futuro.
