Egun on, eta mila esker ekitaldi handi honetan hitza emateagatik.
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Tokiko ingurugiroko taldeei laguntza eskaini diegu ere bere borroka aurrera eramateko. Eta azkenik, hausnarketa lanak egin ditugu ere, batez ere energia arloan: Burujabetza Energetikoari buruzkoa, edo Nafarroako Energia Planaren oraingo zirriborroa aztertuz.
Fruto de ese trabajo de análisis de la realidad Navarra hemos llegado a la conclusión de la necesidad que tenemos de realizar un cambio social profundo. Porque los problemas de nuestra sociedad no se arreglan con nuevas tecnologías, con juegos contables de altas o bajas finanzas, o aumentando el gasto público en grandes e inútiles infraestructuras. Los problemas que tenemos, las crisis por las que atravesamos y atravesaremos, son profundas y por lo tanto necesitan medidas de calado para hacerles frente.
Este mundo globalizado está montado sobre un cumulo de mentiras que nos hacen creer que disfrutamos de prosperidad, pero que en realidad nos llevarán al abismo, si no cambiamos. Nuestro mundo esta montado sobre el consumismo y el neoliberalismo. Un consumo desaforado de todo lo que la naturaleza puede proveer, y también de lo que NO puede. Cachivaches que no aportan nada a nuestra felicidad, pero si al bolsillo de unos cuantos. Y un neoliberalismo que nos acerca a la esclavitud, para permitir el lujo de esos mismos “cuantos”.
El capitalismo que gobierna el mundo no puede pervivir sin un crecimiento perpetuo. Y cuando no crecemos, nos vemos abocados a crisis como la que hemos vivido hace unos años, y que sin duda volverán. Porque para que haya crecimiento, para que aumente el Producto Interior Bruto (PIB), es necesario que se consuman cada vez más materias primas y energía, que busquemos nuevos sitios de donde extraerlas, aunque estos cada vez sean más difíciles de encontrar…
De este modo estamos expoliando cada vez más territorios, comprando y acaparando tierras en lugares cada vez más lejanos, privatizando el agua y los recursos naturales, artificializando el entorno, o extrayendo recursos y energía cada vez de lugares más profundos. Y como esto no es suficiente, además se des-regulan los acuerdos sociales, se elimina personal de las empresas, se precariza al que quede con contratos basura, mayores ritmos de trabajo…
Pero además nos lanzamos como estados, como empresas e incluso como individuos, a contratar cada vez mayores cantidades de deuda. Este parece ser el actual “remedio” para la crisis del crecimiento: traer dinero del futuro para permitir que el crecimiento de hoy no decaiga. Hacer que las próximas generaciones, nuestros hijos y nuestros nietos, paguen nuestra juerga desenfrenada de consumo. Trucos de magia para que no decaiga la fiesta…
El origen de este problema es sencillo de entender, aunque los economistas y los políticos lo quieran ocultar… El meollo de la cuestión estriba en que es imposible el crecimiento perpetuo, el aumento continuado de la extracción de materias primas, en un mundo finito. Vamos a ver 2 ejemplos que ya están sucediendo y que nos van a ayudar a comprenderlo.
La energía.
En Navarra el 75,21% de la energía consumida proviene de los combustibles fósiles. Y en el resto del mundo esa cifra aun es mayor. Esta dependencia que tenemos se intenta paliar a través de extraer cada vez más petroleo, gas natural y carbón del subsuelo. Sin embargo, existe una cantidad finita de estos productos, y los primeros que se han explotado han sido los yacimientos más grandes y más fáciles de extraer. Después de 100 años agotándolos, lo que van quedando está cada vez más profundo, o tiene menores reservas. Es el caso del fracking, una técnica de extraer hidrocarburos que están alojados en rocas muy poco permeables, por lo que se tienen que “reventar” para intentar que fluyan… De este modo cada vez es más difícil mantener un ritmo de extracción creciente, y esto produce la crisis. La de 2008 coincidió en el tiempo con la llegada del pico de extracción de petroleo convencional, que fue en 2005 según la Agencia Internacional de la Energía.
El cambio climático.
Se trata de un fenómeno producido en su mayor parte por la quema de combustibles fósiles, que tienen como desecho el CO2. Este gas hace que el calor que llega a la Tierra desde el Sol se acumule en la atmósfera. Cuanto mayor es la concentración de este gas, mayor es la cantidad de calor que se queda atrapada. De este modo, el aumento del consumo de combustibles produce un aumento de CO2 expulsado a la atmósfera que ya no puede ser guardado en otros sitios. El suelo, el mar… son medios que absorben una cantidad de CO2, pero que ya están llegando a su límite máximo de absorción. Chocamos así con otro límite, que nos lleva a otra crisis, en este caso de desestabilización del clima.
De este modo vemos que estamos alcanzando los límites, lo que en los años 70 científicos mundiales definieron como Los Limites del Crecimiento, y predijeron que hacia el primer cuarto del siglo 21 (en el que nos encontramos ahora) se alcanzarían.
Nos encontramos en una situación en la que tras el paso de una crisis, que nos aleja algo de esos límites porque se dejan de consumir productos, se produce una “recuperación económica” que nos vuelve a acercar de nuevo a los límites, lo que nos aboca a una nueva crisis… Una espiral de crisis-recuperación-crisis, de la que no es posible salir si mantenemos este sistema económico y social, el capitalismo.
En la actualidad el poder económico y político está realizando ímprobos esfuerzos para mantener el estatus-quo, esfuerzos que como vemos no hacen más que agravar la situación. Para que aumente el PIB, y dado que ya no se puede aumentar el ritmo de extracción de recursos naturales, tratan de paliarlo con un empeoramiento de las condiciones laborales y de vida de la mayoría de la población, externalizando la producción a países del “3º mundo”, aumentando la deuda…
Estas políticas no sirven más que para aplazar el momento del necesario Cambio Social, y hacer que sea más difícil que lo podamos dar de manera adecuada.
Porque es evidente que no podemos seguir así, es necesario un cambio. Y resulta que ese cambio se va a dar, si o si. Estamos abocados a una mengua en la tasa de consumo general, una disminución de la economía, al Decrecimiento. Esto no es algo que pueda ocurrir o no… Ocurrirá. Si no es posible seguir aumentando la extracción de materias primas y energía de la Tierra, es evidente que en algún momento empezarán a disminuir, y eso es el decrecimiento…
Lo que está en nuestras manos es como queremos que sea la nueva sociedad que surja de ese proceso. Y como se produzca.
Si no hacemos nada, el inicio de ese cambio se irá retrasando, y finalmente la “caída” será más brusca, conllevará más conflicto social y nos dejará a todos y todas en una situación mucho peor de la necesaria. Y de la soportable.
Si empezamos ahora a planificar y a dar los primeros pasos en ese sentido, es posible que el futuro sea más esperanzador para todas y todos. Es por ello que todas las acciones que realizamos desde Sustrai Erakuntza tratan de favorecer ese cambio.
Es necesario ir dando pasos para abandonar la senda de la tercerización de la economía, para abandonar el que los productos nos lleguen desde lugares lejanos, con grandes consumos energéticos para su transporte. Pero también hay que ir dejando atrás la industrialización que solo busca crear productos innecesarios, que consumimos sin que nos aporten nada.
Es necesario organizar la sociedad y la economía para primar los servicios públicos básicos y dignos. Para primar la economía local, que los productos y servicios se generen lo más cerca posible de donde se necesitan y se consumen. Y que prime la auto-organización y la creación de alternativas empezando por la base, por las raíces (sustraiak), de abajo a arriba. Pueblo a pueblo, valle a valle, comarca a comarca…
Una economía basada en los recursos realmente existentes en nuestro territorio y los territorios más cercanos. Basado en los conocimientos y valores locales, que pueda perdurar en el tiempo. Sin fuegos de artificio!
Por todo ello, necesitamos la soberanía popular, energética, alimentaria… Necesitamos poder decidir, poder organizarnos como necesitemos, para poder defender lo que es de todos, el bien común, el comunal tradicional, y los “nuevos comunales” que inventemos o necesitemos crear.
Tenemos que buscar vías para cambiar la sociedad en la que vivimos, y para ello es necesario que trabajemos en común los movimientos sociales, los sindicales, los políticos… Y es necesario que creemos las condiciones precisas para que pueda difundirse la verdad que se esconde detrás de la compleja situación por la que atravesamos. Que conozcamos la realidad, de manera que entre todas y todos podamos buscar una nueva forma de organizarnos acorde con los limites que nos impone la naturaleza.
Y para ello es importante que también los políticos conozcan esta situación, y nos ayuden a buscar formas de hacerle frente. Esa es una labor en la que está inmersa Sustrai Erakuntza: realizar acciones técnicas, jurídicas, de apoyo a la información y la movilización, contra esas grandes infraestructuras que se siguen construyendo como si “no hubiera mañana”. Como si todo fuera a seguir igual como hasta ahora, como si el BAU, el Bussiness As Usual, el hacer negocios como siempre se han hecho, fuera a poder seguir siendo norma. Algo que ya hemos visto que es imposible!
Porque es necesario cambiar y el cambio es posible, vamos a intentarlo! Goazen borrokara!!