Informe de Ura Nueva Cultura del Agua sobre la 2º Fase del Canal de Navarra

    eu 18 Feb 2016 - Agua y embalses, Documentos esenciales, Informes de Sustrai

    Cartel del acto de presentación del informe en KatakrakOs presentamos el informe (archivo pdf, 1,6 Mb): «Alternativas de abastecimiento y riego en la Ribera. Debate sobre la Segunda Fase del Canal de Navarra«. Se trata de un trabajo de la Fundación Nueva Cultura del Agua y de URA Navarra que pone en cuestión la viabilidad de la Segunda Fase del Canal de Navarra y presenta diversas alternativas para las demandas de abastecimiento y riego en la Ribera. A continuación os dejamos con el resumen del informe…

    RESUMEN DEL INFORME

    Coincidiendo con su presentación en febrero 2015, se ha hecho entrega de este informe al Gobierno de Navarra con el fin de que lo incorpore a la documentación para el debate sobre la Segunda Fase del Canal de Navarra, en relación con el abastecimiento y el regadío en la Ribera de Tudela.

    Cuando este Informe estaba en pleno proceso de elaboración, el pasado 11 de diciembre de 2015, los consejeros del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi e Isabel Elizalde comparecieron en el Parlamento de Navarra para informar de la difícil situación financiera de CANASA y anunciaron que, antes de tomar una decisión sobre la Segunda Fase del Canal de Navarra, van a realizarse estudios de demandas de abastecimiento y regadío en la Ribera de Tudela, analizando las posibles alternativas, y que se va a promover un proceso de información y participación con los usuarios.

    Aplaudimos esta iniciativa del Gobierno de Navarra en relación a la Segunda Fase, pero discrepamos con la propuesta de incrementar en 7.000 nuevas has la Primera Fase y su Ampliación para, con ello, mejorar supuestamente la financiación de CANASA. A nuestro juicio, la propuesta es una huida hacia adelante que va a aumentar aún más la deuda que está produciendo el Canal a las arcas forales, y consideramos necesario que se haga una valoración económica, social y ambiental de lo que ha supuesto la Primera Fase, antes de promover nuevas actuaciones.

    EL INFORME

    En el primer capítulo analizamos LA HISTORIA Y LAS CARACTERÍSTICAS DE LA SEGUNDA FASE del Canal, argumentando las siguientes conclusiones:

    • La Segunda Fase es un proyecto desproporcionado con altos costes y de dudosa viabilidad. La Administración, consciente de ello pero ocultándolo a la opinión pública, ha frenado su puesta en marcha.
    • La Segunda Fase se ha utilizado demagógicamente para fines partidistas: justificar el embalse de Itoiz en su día, fomentar una idea localista de la gestión del agua “por y para Navarra” y, en estos momentos, movilizar a sectores de la Ribera contra el nuevo gobierno.
    • Hay una falta escandalosa de rigor técnico en los documentos del proyecto que se traduce en un baile de cifras con los caudales, las superficies y los costes. A nuestro juicio, la sociedad pública Riegos de Navarra, absorbida por el INTIA, ha priorizado su papel de aparato de propaganda del proyecto sobre su función como responsable técnico.
    • Pero lo realmente grave de este asunto es la manipulación y el chantaje a que se ha sometido a la Ribera de Tudela, creándole expectativas durante más de 20 años e impidiendo la búsqueda de soluciones más próximas y baratas.

    Consideramos que hay que romper con las viejas políticas de oferta, que primero diseñan las grandes obras hidráulicas, embalses y canales y luego buscan los usuarios para ellas. Proponemos utilizar el criterio de la gestión de la demanda analizando, en primer lugar, las necesidades y demandas para, posteriormente, seleccionar la alternativa más ventajosa. La Segunda Fase del Canal es una alternativa más, pero no la única.

    En el segundo capítulo y con el mismo criterio de gestión de la demanda, analizamos la SITUACIÓN DEL ABASTECIMIENTO URBANO E INDUSTRIAL DE LA RIBERA, destacando que existe un problema de deficiente calidad en algunas de las fuentes de agua y la carencia de una adecuada gestión del ciclo integral del agua urbana.

    Utilizando los baremos oficiales, realizamos una estimación del volumen de agua necesario para el abastecimiento, que resulta ser manifiestamente inferior a las cifras sobredimensionadas de los sucesivos documentos del Canal y del Gobierno. También se ponen encima de la mesa las diversas alternativas de abastecimiento que se han barajado hasta la fecha, y cuya viabilidad está aún pendiente de analizar: 1, el proyecto de la Segunda Fase; 2, una tubería para abastecimiento desde Pitillas (desde el final de la Primera Fase); y 3, la que defendemos los autores de este informe: la optimización de los actuales recursos y la mejora de la gestión.

    En el tercer capítulo abordamos LA SITUACIÓN DEL REGADÍO EN LA RIBERA DE TUDELA, constatando que ya existe una importante superficie de regadíos históricos que permiten el mantenimiento e incluso el posible crecimiento de la industria agroalimentaria.

    Evidenciamos con datos la inviabilidad de la Segunda Fase, que pretende regar 21.500 has de las cuencas del Alhama y del Queiles que ya disponen de regadío eventual. Los costes económicos son excesivamente elevados, muy por encima de las fases anteriores, debido a la complejidad de un canal que tiene que atravesar los ríos Aragón y Ebro, y también por el elevado consumo eléctrico necesario para las elevaciones, lo que va a repercutir considerablemente en los costes para los regantes. Por otra parte, las reservas de agua que establece la Confederación no alcanzarían para regar la superficie contemplada en el proyecto.

    Por eso proponemos que, cumpliendo lo que establece la Ley de Aguas, se consulte a los agricultores después de haberles informado claramente de los costes generales del proyecto y de los que deben asumir los futuros regantes. En el caso de que los agricultores optaran por el riego, señalamos también las distintas alternativas para incrementar el regadío en la Ribera que se han venido barajando, pendientes aún de los estudios de viabilidad: por una parte el histórico proyecto de la Segunda Fase; por otra el recrecimiento del Canal de Lodosa contemplado desde los años 70 en documentos de la CHE; y también un nuevo diseño del canal con tuberías enterradas y un embalse en los montes de la Ribera siguiendo el modelo del embalse de la Loteta en Gallur.

    Por nuestra parte, defendemos como alternativa la mejora de los actuales regadíos del conjunto de la Ribera y, en lo que respecta a las cuencas del Alhama y Aragón, la promoción de un plan de desarrollo rural basado en la mejora de las actuales redes de riego, en el apoyo a los cultivos actuales de viñas y olivares, manteniendo el paisaje e impulsando la comercialización de productos elaborados y de calidad diferenciada.

    Finalmente, señalamos que el presente informe, centrado en la Segunda Fase, no aborda la valoración del conjunto del proyecto Itoiz/Canal de Navarra, un tema pendiente que esperamos que el Gobierno aborde por fin, con los necesarios estudios que analicen los datos económicos, sociales y ambientales de la Primera Fase y del conjunto del proyecto. Solo con ello se puede iniciar ese debate, tantas veces pospuesto, sobre el futuro del agua en nuestra comunidad. Nunca es tarde para resolver asignaturas pendientes.

    Cartel del acto de presentación del informe en Katakrak