La Red de Apoyo Mutuo en respuesta a los Megaproyectos Energéticos ha elaborado un mapa con los trazados de los proyectos de interconexión eléctrica entre España y Francia. Podéis ver y descargar al completo el mapa, y a continuación tenéis el texto que le acompaña. Más información sobre el mapa en esta entrada del blog de la Red.
¡QUE NO NOS ENGAÑEN!
NO NECESITAMOS NUEVAS AUTOPISTAS ELÉCTRICAS!
La emergencia climática es el mayor reto al que se enfrenta la humanidad desde los inicios de su historia. Las y los ecologistas llevamos décadas señalando que no es posible el crecimiento constante en un mundo vulnerable y con recursos finitos, pero el sistema capitalista se basa precisamente en el aumento permanente de la producción y de los beneficios. Y si para eso es preciso alterar por completo los sistemas naturales en los que se ha basado la vida tal y como la conocemos, no pasa nada. No importan el futuro de nuestras/os hijas/os, la biodiversidad o la miseria de muchos/as, sino que los ricos lo sean cada vez más.
Los responsables políticos ya no pueden seguir ignorando este desafío, pero para pasar de las palabras a los hechos tendrían que desmontar el sistema que les mantiene, cambiar las relaciones de producción, la jerarquía del poder. Se deben a sus electores, pero tienen deudas con los bancos y con el oligopolio energético, quienes nunca piensan en el interés público y común.
Por eso, en lugar de plantear alternativas, siguen proponiendo la misma forma de actuar que ha causado la crisis planetaria. Pero un problema no se soluciona repitiendo las pautas que lo crearon. No podemos seguir derrochando recursos en obras faraónicas ni plantear la construcción de nuevas megacentrales de generación eléctrica (nuclear, térmica…) para abastecer grandes polos industriales y ciudades cuando la transición energética ya ofrece soluciones viables y sostenibles. Tenemos que apostar por la sobriedad y reducir la escala a un nivel más humano, regional y local.
Pero los grandes proyectos mueven miles de millones y sirven para intercambiar favores. Y ahí entran las autopistas eléctricas o líneas de Muy Alta Tensión (MAT), de 400 kV; torres de hasta 80 metros de altura atravesando los Pirineos (en el límite del PN de Ordesa), pasillos deforestados de 100 metros de anchura, un cable a través del cañón submarino de Capbreton, en el Golfo de Bizkaia, para importar más nuclear, inmensas tuberías para traer gas, otro combustible fósil…
Las 5 nuevas líneas de Muy Alta Tensión (MAT) o autopistas eléctricas de interconexión proyectadas son (ver mapa):
- Gatika (Bizkaia) – Cubnezais (Francia), a través de un cable eléctrico submarino por el Golfo de Bizkaia, atravesando el cañón de Capbreton (370 km, 2.000 MW y 1.750 – 1.900 millones de euros -M€-);
- Caballera / Sabiñánigo (Aragón) – Os-Marsillon (Francia) (350 km, 2.000 MW y 1.200 M€);
- Pamplona (Navarra) – Cantegrit (Francia) (200 km, 2.000 MW y 900 M€);
- Beariz-Fontefría (Galicia) – Vila Fria-Recarei (Portugal) (90 km, 2.000 MW y 200 M€);
- Un tercer cable eléctrico submarino con Marruecos (30 km, 450 MW y 300 M€).
Además están proyectados 2 nuevos gasoductos: uno con Francia, el MidCat/STEP, paralizado de momento por iniciativa francesa (225 km, 3.000 M€), y otro con Portugal (376 km, y 600 M€).
Estos megaproyectos no avanzan en la necesaria vía de una transición energética, sino que son una repetición del modelo que ha provocado la crisis actual. Red Eléctrica de España (REE, que monopoliza el transporte eléctrico) y los estados español y francés (con el respaldo de la UE) dan una serie de razonamientos para justificar tal inversión de dinero público (+ de 8.000 M€). Los más utilizados son todos falaces:
- NOS DICEN QUE las interconexiones eléctricas mejorarán la garantía de suministro. FALSO: LA VERDAD ES QUE España tiene ya una enorme sobrecapacidad de generación eléctrica, que excede en 2,4 veces el pico de la demanda.
- NOS DICEN QUE la red de interconexión Francia-España está saturada. FALSO: LA VERDAD ES QUE la congestión entre 2014 y 2017 era de media del 52% en el sentido Francia-España y de solo el 12% en el sentido contrario.
- NOS DICEN QUE bajarán las facturas de los consumidores. FALSO: LA VERDAD ES QUE, a pesar del fuerte aumento de las importaciones (+ del 175% desde 2014), el precio en España no ha dejado de aumentar (+ del 40% desde 2015).
- NOS DICEN QUE favorecerán la integración de energías renovables. FALSO: LA VERDAD ES QUE las exportaciones españolas a Francia siguen siendo mínimas (un 5% del total de renovables generadas). Esta es la razón más repetida últimamente, porque así resulta más fácil que la ciudadanía apoye semejantes inversiones.
Por si fuera poco, todos estos proyectos no se sustentan en estudios independientes de necesidades de consumo (de hecho, la reducción del consumo energético es necesaria ¡si no queremos que arda hasta el Ártico!), ni de coste/beneficio, ni de viabilidad. Son lo que se denominan Grandes Proyectos Inútiles e Impuestos (GPII), o elefantes blancos, infraestructuras cuyo coste de construcción y mantenimiento es superior a las supuestas ventajas que aportan.
Tampoco se consideran todas las graves afecciones de estos macroproyectos, tanto para el medio ambiente, como para la salud humana y animal, para el valor del paisaje o de las propiedades que atraviesan (¿a quién le importan el mar y el mundo rural si las MAT permiten que sigamos derrochando energía eléctrica?).
Y las interconexiones no vienen solas. Para su optimización sería necesario aumentar de potencia una serie de líneas de alta tensión (LAT) existentes y/o construir nuevas MAT:
- En Aragón y Catalunya: el viejo proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba – Arnero – Isona (parte de la antigua Aragón – Cazaril) y la repotenciación de las LAT entre Pobla de Segur (Lleida) y Foradada del Toscar, Escalona y Sabiñánigo (Huesca).
- En Euskadi y Navarra: los antiguos proyectos de autopistas eléctricas Güeñes (Bizkaia) – Itsaso (Gipuzkoa) y Muruarte (Navarra) – Itsaso (Gipuzkoa) y la repotenciación de las LAT Orkoien – Itsaso I y II.
La imprescindible transición energética tiene que basarse en el ahorro y la eficiencia, la gestión de la demanda, el autoconsumo, las redes de distribución local, y la generación limpia, de cercanía, renovable y democrática. También en la justicia, que garantice el acceso a la energía como un derecho humano para erradicar la pobreza energética entre la población vulnerable.
Por estas razones, la Red de Apoyo Mutuo en respuesta a los Megaproyectos Energéticos viene exigiendo de las autoridades estatales y europeas una moratoria sobre todos los proyectos de interconexión eléctrica y gasística; una auditoría independiente sobre las verdaderas necesidades de interconexión (calculadas a partir de la demanda y no de la potencia instalada), y estudios independientes de coste / beneficio, viabilidad e impacto de cada proyecto. Estos estudios demostrarían la incongruencia de unos proyectos que tan solo beneficiarán al oligopolio energético, pero tendrían consecuencias desastrosas para la transición energética y el desarrollo sostenible de los territorios afectados.