El Gobierno de Navarra prepara un nuevo documento para validar y mantener en funcionamiento las obsoletas, poco utilizadas e ilegales centrales térmicas de Castejón, que producen electricidad quemando gas natural. Recientemente ha puesto a exposición pública la revisión de la Autorización Ambiental Integrada de las 3 centrales, para comprobar si se adecuan a las Mejores Técnicas Disponibles, tal y como estipula la legislación que emana de Europa.
Nos encontramos ante unas instalaciones que fueron inauguradas en los tiempos de los pelotazos urbanísticos y de grandes infraestructuras, pero que desde hace más de una década apenas han sido puestas en marcha. La causa mas importante para esta falta de necesidad es la bajada en el consumo eléctrico que ha sufrido el Estado Español. A ello hay que añadirle que cada vez se instalan más polígonos para captar energías renovables del sol y del viento.
De este modo, en la actualidad Navarra produce más electricidad de la que necesita, dado que ha seguido añadiendo nuevas fuentes de producción eléctrica renovable, y no ha eliminado ninguna de las existentes, como es el caso de estas centrales térmicas. Así, en 2019 Navarra llegó a exportar un 30% de toda la electricidad que produjo, tanto de fuentes renovables como fósiles. Y en años anteriores la cantidad exportada ha sido aún mayor, como lo estará siendo, probablemente, en la actualidad.
La actual crisis económica ha vuelto a dejar estas centrales prácticamente en la inutilidad. Después de un aumento de su producción en el año 2019, en 2020 y lo que llevamos de 2021 apenas se han vuelto a arrancar algunas horas, según los datos de OMIE, el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad.
En estas circunstancias, el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra está tramitando actualmente la renovación de las Autorizaciones Ambientales Integradas de estas instalaciones. Estos documentos regulan las condiciones de funcionamiento de estas plantas. Determinan las cantidades de contaminantes que pueden expulsar y otros condicionantes que tienen que ver con los impactos en el medio ambiente y la salud de las personas. El objetivo de la actual renovación es comprobar si cumplen con los requisitos de las mejores técnicas existentes para ello, según indica la legislación.
Y la respuesta que dan ambas empresas, Iberdrola y EDP (aunque esta última ha vendido recientemente sus dos centrales a Total), es que cumplen escrupulosamente con todos los requisitos. Y no sólo eso, sino que además los cumplen con creces. Las centrales miden la cantidad de contaminantes que expulsan a la atmósfera, y en sus informes aducen que también miden el dióxido de azufre y las partículas, algo que los requisitos legislativos no estipulan, según las empresas. De este modo, han pedido al Gobierno que “eximan a la instalación de la medición de estos parámetros”.
Otro de los condicionantes que la legislación establece para este tipo de plantas es la eliminación de los ruidos que generan, que causan problemas de salud en la población que vive cerca. Hay que recordar que las centrales se encuentran ubicadas dentro del casco urbano de Castejón, a apenas 500 metros de las viviendas. Las propias empresas propietarias reconocen que “por ser una instalación existente, no se puede alterar la ubicación de edificios y se considera que [la instalación correspondiente] no cumple con esta técnica”, en referencia a la necesidad de eliminar los ruidos producidos mediante la colocación de las instalaciones de forma que los apantallen. Las empresas reconocen implícitamente que van a seguir produciendo contaminación acústica, y que no pueden hacer nada por evitarlo.
Reconocen, de este modo, que las diversas instancias judiciales tienen razón, y las centrales térmicas de Castejón son ilegales. Porque el origen de este caso es la instalación de estas contaminantes centrales en el casco urbano de Castejón, a menos de 2000 metros de las viviendas. Esto produce graves impactos en la salud de las personas que viven en sus inmediaciones, junto con un gran número de otros impactos ambientales.
De este modo, mas de cinco sentencias han dado ya la razón a los vecinos y vecinas de esta localidad, declarando que las centrales no pueden permanecer en su actual emplazamiento. De ellas, dos sentencias han sido emitidas por el Tribunal Supremo, y son por lo tanto irrecurribles, por lo que han de ser ejecutadas. Y la única ejecución posible a estas sentencias es el desmantelamiento de las centrales, tal y como ha pedido en reiteradas ocasiones la fundación Sustrai Erakuntza, y hemos vuelto a reiterar en las alegaciones que hemos realizado a estos expedientes.
Sin embargo, ni el gobierno de Navarra ni el del Estado están atendiendo a estas evidentes razones. Alargan el proceso, de manera que las instalaciones sigan funcionando de manera ilegal. Ahora tratan de renovar sus autorizaciones ambientales, ¡y quien sabe si incluso atenderán a las empresas y les permitirán desinstalar algunos de los medidores de contaminantes a la atmósfera!
Es hora de que se desmantelen estas obsoletas centrales de gas natural, que queman combustibles fósiles para producir electricidad que no necesitamos, y contribuyen aun mas a la emisión de CO2 a la atmósfera. El cambio climático es ya evidente, y nos empeñamos en mantener los esquemas del pasado. Seguimos con grandes e impactantes instalaciones para la producción de electricidad, sea de origen fósil, como estas centrales de Castejón, o sean renovables, como los grandes polígonos eólicos y solares que están implantando en todos nuestros campos y bosques.
Se hace necesaria una verdadera transición energética. Una que modifique de raíz los modelos energéticos y económicos, y nos lleve a una generación eléctrica distribuida y a una disminución en el consumo energético. Y la fundación Sustrai Erakuntza quiere contribuir a ello.