La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) y Nasuvinsa han tenido que reiniciar sus respectivos expedientes para la instalación de una planta de residuos en la Ciudad del Transporte. Lo han hecho debido a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra por la cual obligan a volver a poner a exposición pública la modificación del PSIS de esta infraestructura, debido a que la modificación que se pretende realizar a la planificación urbanística de esta infraestructura ha sido considerada por el tribunal como “sustancial”.
La tramitación de este proyecto se intentó realizar tratando de hurtar a la sociedad una adecuada información y participación de la planificación urbanística. Durante el proceso participativo, la empresa pública de ferrocarriles Adif presentó unas alegaciones en el sentido de mantener la posibilidad de llevar hasta la Ciudad del Transporte las vías de ferrocarril, algo que no estaba contemplado en la propuesta de modificación original y que posteriormente el Gobierno de Navarra aceptó. Pero esta modificación del plan inicial debería haber sido puesta de nuevo a exposición pública, al ser un cambio sustancial, como ha puesto de relieve el tribunal.
La fundación Sustrai Erakuntza ha participado en ambos procesos participativos, aun a sabiendas que las opiniones que en él ha vertido servirán de poco, dado que la decisión de modificar la planificación de la Ciudad del Transporte ya está tomada, y su único fin es la instalación de una macroplanta de residuos en su suelo. Pero hemos participado porque creemos que las decisiones que ambas instituciones están tomando son un autentico despropósito. Y lo son en dos aspectos fundamentales para el futuro de Navarra y su sostenibilidad ambiental. (Sugerencias que hemos presentado a Nasuvinsa, Sugerencias que hemos presentado a la MCP).
Por un lado, porque de llevarse a cabo lo previsto por los gobiernos comarcal y autonómico, se produciría la prácticamente definitiva renuncia a un transporte de mercancías intermodal entre el camión y el ferrocarril. Una intermodalidad que permitiría el trasvase de mercancías desde el camión hacia el tren, y por lo tanto una mejora apreciable en la sostenibilidad del transporte.
Y por otro, porque la nueva planificación urbanística trae consigo la instalación de una macroplanta de residuos que mantiene el modelo centrado en la “fracción resto” de los residuos, y que no profundiza en la obligatoria separación de las diferentes fracciones. La pretendida planta de Tratamiento Mecánico-Biológico (TMB) solo sirve para aparentar cumplir la Ley que impide enterrar residuos sin tratamiento previo, para lo cual hacen pasar los residuos mezclados por un carísimo tratamiento previo que no logra recuperar sus componentes, y necesita finalmente su vertido en un vertedero, como ocurre actualmente en El Culebrete de Tudela.
De este modo, con esta decisión el Gobierno de Navarra, a través de la empresa pública Nasuvinsa, da finiquito a la mayor parte de su Estrategia sobre Áreas Logísticas, aprobada en 2018. Con este instrumento se pretendía conseguir un aumento de la cuota de transporte de mercancías por ferrocarril, y para ello su principal iniciativa era la instalación de infraestructuras en la Ciudad del Transporte que permitieran el trasvase de cargas al ferrocarril desde las empresas de este polígono, que se basan exclusivamente en el camión. Sin embargo, de aprobarse está modificación urbanística, la gran mayoría de las instalaciones (muelles de carga, áreas de maniobra, vías ferroviarias…) desaparecerían, quedando tan solo la posibilidad de construir una sola conexión ferroviaria, tal y como ha alegado Adif.
Sin embargo, la progresiva eliminación del transporte por carretera y su paso al ferrocarril, junto con la disminución de la cantidad de personas y mercancías transportadas, es un imperativo para alcanzar la tan cacareada sostenibilidad ambiental. Esto es así porque el ferrocarril es el único modo de transporte que ya está electrificado y puede ser por lo tanto fácilmente alimentado por energía renovable. Y sin embargo, en la actualidad solo del orden del 4% de las mercancías transportadas en el Estado Español lo hacen por ferrocarril.
Por otra parte, parece también muy clara que la intención del Gobierno de Navarra de prácticamente acabar con la intermodalidad en la Ciudad del Transporte se encuentra muy ligada a su apoyo al Tren de Alta Velocidad (TAV). Es evidente que la infraestructura que se tendría que instalar en este polígono, por diseño está unida a la Terminal Intermodal de Navarra (TIN), la estación de mercancías de Noain, que utiliza las vías del tren convencional. Y es de sobra conocido, en un análisis que realizamos hace algún tiempo revisamos todos los argumentos, que el TAV nunca podrá llevar mercancías mas allá de la mera paquetería.
Pero la perversidad de esta modificación de la planificación del Gobierno de Navarra no acaba ahí. Porque hay que tener en cuenta que el único motivo de esta cambio es el permitir albergar en este polígono la nueva macroplanta de residuos urbanos que pretende construir la MCP. Como ya se ha indicado se trata de una infraestructura que no va a servir para atajar el grave problema que tenemos con la gestión de los residuos. Porque es evidente que el seguir centrando esa gestión en el tratamiento de la fracción resto no va a hacer frente al derroche de recursos que realizamos.
Por que, como ya hemos indicado en un completo informe, las graves crisis ambiental y de recursos que atravesamos deberían impedir que sigamos desperdiciando materias primas. Todo lo que desechamos y no conseguimos reciclar se pierde. Como resultado, se necesita aumentar su tasa de extracción, algo que cada vez es mas difícil, dado que estamos alcanzando el pico de extracción de materias primas y empezamos a tener que lidiar con su escasez. Ello debería obligar a centrar la gestión de residuos en su máxima separación y máximo aprovechamiento, algo que no será posible con la planta que pretende la MCP, como ya se ha dicho.
Frente a ello, la fundación Sustrai Erakuntza propone una gestión de residuos participativa, sencilla y cercana. Porque la mejor planta de separación de residuos somos las personas en nuestras casas. Por ello hay que centrar la gestión de residuos en la separación prioritaria de la materia orgánica de los residuos domésticos. Apartando esa fracción, que por su humedad tiene tendencia a contaminar los demás materiales, lo que queda es fácilmente separable en vidrio, papel y cartón, plásticos y metales. El método de recogida debería primar esa separación y trasladar los materiales a plantas pequeñas y sencillas, situadas lo más cerca posible a los puntos donde se originan los residuos, para minimizar su transporte, y por lo tanto su impacto ambiental.
Por todo ello, creemos que aun estamos a tiempo de paralizar esta doble insensatez ambiental. Porque estamos superando los límites planetarios mas importantes desde el punto de vista de la sostenibilidad, y ello obliga a encarar cambios importantes en la planificación y organización de nuestra sociedad, que tienda a una disminución importante del consumo de materias primas y energía. Y las políticas que sigue el Gobierno de Navarra y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona van justo en la dirección contraria.