El próximo sábado, 11 de mayo, AHT Gelditu! Nafarroa ha organizado el Día Anti TAV en Iruñea. Igualmente, Gune ekosozialista, Marcha Mundial de las Mujeres y Carta Social han convocado una manifestación, Por una vida digna, Alternativa ecosocial justa.
En los últimos meses, tanto en Nafarroa como en el resto de Euskal Herria, estamos asistiendo a un repunte de la movilización social frente a las agresiones socioecológicas de las grandes corporaciones, que gozan del respaldo legal, político e institucional. La pelea de Erdiz Bizirik contra la mina de magnesitas; asambleas y plataformas contra macroproyectos renovables corporativos en Bortziriak, Malerreka, Basaburua, Andia, Odieta… rechazo a las líneas de alta tensión; acciones que denuncian leyes de cambio climático que nacen muertas por la desidia de quienes las aprueban en los parlamentos; oposición organizada a sondeos y obras del TAV en Sakana, Tafalla y Campanas; movilización por el tren social en Altsasu; campaña de alegaciones contra el PSIS de Etxabakoitz; organizaciones contra las macrogranjas que matan el suelo, contaminan las aguas y destruyen la ganadería local; sin olvidar, las recientes movilizaciones organizadas tanto por Euskal Herria Bizirik en defensa de la tierra como las más de 140 entidades en favor de la Soberanía Alimentaria en Iruñea.
Todas estas acciones y dinámicas populares son síntoma del descontento y el malestar que provocan las políticas implementadas y compartidas por la Unión Europea y su Pacto Verde, los Estados, y los diferentes gobiernos y parlamentos autonómicos. Estas políticas comparten elementos comunes. En nombre de la lucha contra el calentamiento global que su modelo capitalista ha provocado, se nos imponen macroproyectos renovables y sus infraestructuras de evacuación y transporte en manos de las grandes multinacionales. Las medidas eficaces y urgentes de descarbonización brillan por su ausencia. Se impide la participación colectiva en la planificación de las necesidades y los usos del territorio y los recursos. Las decisiones sobre el modelo productivo e industrial quedan en manos del capital, que siempre decidirá en función de sus beneficios y sacrificará a la clase trabajadora si es necesario, aunque trabajen en “actividades verdes”. Se apuesta por el modelo agroindustrial condenando a las pequeñas explotaciones a morir bajo la dictadura del mercado.
Frente a todo ello, es necesaria la movilización social permanente, de manera global y también en cada proyecto-agresión del capital. Necesitamos una transición ecosocial entendida como ruptura frente al actual estado de cosas que, de seguir así, tan solo replicará y ahondará la crisis socioecológica global. En este sentido, en los últimos meses estamos asistiendo a una auténtica ofensiva por parte de grupos de presión empresariales y políticos a favor del TAV, siendo el PSIS de Etxabakoitz una pieza más de este entramado. El TAV, como sucede con los macroproyectos corporativos, representa lo peor de este sistema: corrupción, especulación, elitismo, imposición, destrucción medioambiental, desestructuración del territorio, abandono del tren convencional y empeoramiento de sus servicios. Por esta razón, desde la Fundación Sustrai Erakuntza hacemos un llamamiento a participar activamente en el Día contra el TAV, a apoyar la recogida de firmas contra el PSIS de Etxabakoitz, y a participar en el bloque antiTAV en la manifestación que partirá a las 12:00 horas desde la Plaza del Castillo.