Impactos en el medio natural y social de las macrogranjas industriales

    19 Sep 2022 - Agua y embalses, Informes de Sustrai, Macrogranjas, Residuos e incineración

    La fundación Sustrai Erakuntza, con la ayuda desinteresada de otras organizaciones y personas, está desarrollando una campaña continuada en el tiempo de realización de alegaciones a los nuevos proyectos de macrogranjas que se suceden en el territorio navarro. Se trata, en general, de nuevos proyectos de macrogranjas dedicadas a la explotación industrial de ganado para la alimentación, como por ejemplo: cebaderos de cerdos o de especies avícolas (gallinas principalmente), o empresas dedicadas a la gestión de la gran cantidad de residuos que estos producen con sus deyecciones, como son las industrias dedicadas a la biometanización de esos residuos.

    Esta iniciativa continua y extiende el trabajo que se realiza también contra la macrogranja intensiva de vacuno de leche de Caparroso Valle de Odieta, y su instalación asociada de biometanización de los residuos de la vaquería junto con otros residuos orgánicos, que se realiza en la planta de la empresa Hibridación Termosolar Navarra (HTN), situada en las cercanías de la anterior y propiedad del mismo grupo de empresas.

    En el desarrollo de estas alegaciones se tratan sobre todo los aspectos negativos de cada uno de los nuevos proyectos, que generalmente son asuntos particulares de cada uno de ellos. Sin embargo, siempre aparecen asuntos comunes a todos los proyectos, que vienen motivados por sus impactos en el medio natural y social.

    A continuación os presentamos los capítulos de las alegaciones que contienen esos aspectos genéricos de los impactos ambientales y sociales de la instalación de estas nuevas agroindustrias que están surgiendo “como champiñones” en nuestro entorno.

    LA EVOLUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN POR NITRATOS EN NAVARRA OBLIGA A REFLEXIONAR SOBRE EL MODELO AGRÍCOLA Y GANADERO, Y MIENTRAS ESTABLECER UNA MORATORIA

    La contaminación producida por la ganadería y agricultura industrial en Navarra es un grave problema ambiental. Amplias zonas de la geografía navarra se han declarado ya “Zonas Vulnerables a la Contaminación por Nitratos”. Se trata, además, de zonas que van ampliando su superficie conforme pasan los años.

    Con el fin de proteger las aguas contra la contaminación producida por los nitratos utilizados en la agricultura, se aprobó la Directiva 91/676/CEE, que fue traspuesta al ordenamiento jurídico español a través del Real Decreto 261/1996. Real Decreto que obliga a las comunidades autónomas a designar las zonas vulnerables y a revisarlas al menos cada cuatro años.

    El Decreto Foral 220/2002, designó por primera vez las zonas vulnerables de Navarra. En la segunda Orden Foral 188/2006, se aumentó la superficie de las zonas vulnerables. Posteriormente se han dictado las Órdenes Forales 128/2009, 501/2013, y 247/2018, todas las cuales han ido aumentando progresivamente la superficie afectada. En la siguiente imagen, extraída de la Memoria de la red de calidad de aguas subterráneas 2020 de Navarra, se muestran las zonas declaradas como vulnerables a la contaminación por nitratos, así como las mediciones de nitrato efectuadas en las aguas subterráneas.

    Como podemos comprobar, la evolución de las superficies vulnerables por nitratos ha ido en aumento en los últimos años. Sin embargo en noviembre de 2018, la Comisión Europea remite al Estado Español una carta de emplazamiento correspondiente al procedimiento de infracción 2018/2250 por diversos incumplimientos, de la que hablaremos a continuación. Esta iniciativa europea obliga a un cambio completo de la normativa, de forma que se adopta un programa de actuaciones para revertir la tendencia al alza de la concentración de nitratos.

    Por tal motivo, se redacta la nueva Orden Foral 147E/2020. Esta vuelve a ampliar la superficie de zonas vulnerables y se toman una serie de medidas complementarias a la anterior orden Foral.

    Diversas denuncias e informes europeos sobre contaminación por nitratos en Navarra:

    Según describe el “Informe de Seguimiento de la Directiva 91/676/CEE, Contaminación del Agua por Nitratos Utilizados en la Agricultura, Cuatrienio 2016-2019”, realizado de la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en lo referido a Navarra:

    “5.2.15. Comunidad Foral de Navarra

    5.2.15.1. Descripción de las actividades agrarias y evaluación de la carga de nitrógeno 

    En la Comunidad Foral de Navarra, la superficie actual (2020) de las Zonas Vulnerables es igual a 995 km2. En el periodo de información 2016-2019, la superficie total de las ZZVV es igual a 989 km2, igual que en el periodo actual (2020), y representa un 10% de la superficie total de la Comunidad Foral de Navarra. La superficie de las ZZVV ha aumentado un 76% en el periodo 2016-2019. Esta cifra se incrementa hasta un 317% si las estimaciones se realizan respecto a la superficie existente en el periodo de información 2012-2015”.

    Con el fin de proteger las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en agricultura, se aprobó la Directiva 91/676/CEE, del Consejo, de 12 de diciembre de 1991. En noviembre de 2018 se recibió el citado escrito de emplazamiento a España y a sus Comunidades Autónomas, requiriendo algunas mejoras en los Programas de Actuación aprobados. Para la Comunidad Foral en concreto, exigen incluir las excreciones de nitrógeno por cabeza de ganado, definir más las características constructivas de los depósitos de estiércoles y purines, y regular el abonado sólido en parcelas en pendiente.

    Con fecha 2 julio de 2020, la Comisión Europea emite dictamen motivado, previo a llevar a España al Tribunal de Justicia Europeo, por diversos incumplimientos de la Directiva de Nitratos en el que se incluye a Navarra, porque las disposiciones publicadas hasta la fecha no cumplen los citados puntos de la Directiva.

    Estas malas prácticas de actividad agroganaderas, acarrean que la superficie de las Zonas Vulnerables hayan aumentado un 76% en el periodo 2016-2019 y en un 317% respecto a la superficie existente en el periodo de información 2012-2015, según indica el informe de seguimiento citado.

    Pese a lo ya expuesto, en Navarra se siguen autorizando nuevas granjas, como es el caso de la que aquí se está alegando, tanto en Zonas Vulnerables por contaminación de nitratos como fuera de ellas, así como centros de biometanización para residuos industriales orgánicos (hasta la fecha existen las empresas Biomendi, HNT Biogás y una nueva en trámite en Cabanillas). De este modo, es inevitable que los ya de por sí graves problemas ambientales por contaminación de los suelos seguirán aumentando.

    La política de autorización de nuevas granjas intensivas va en contra de la pretendida disminución de nitratos en las zonas declaradas vulnerables, y pone en riesgo otras nuevas zonas, por lo que cabe esperar un aumento de nitratos, emisión de amoniaco y otros gases de efecto invernadero, en zonas sensibles.

    Necesidad de analizar en profundidad la contaminación por nitratos y sus causas:

    Como se ha visto, las zonas contaminadas por nitratos en Navarra abarcan principalmente la cuenca baja del Aragón y la Ribera del Ebro. Los términos municipales situados en la margen derecha del río Aragón en la zona de Marcilla, Caparroso y Santacara sufren una grave contaminación por nitratos. Este hecho tiene una grave implicación para el medio ambiente y la salud de las poblaciones citadas, algunas de las cuales a día de hoy aun se abastecen de agua de boca desde los acuíferos de la zona. Y también es de relevancia para las especies animales y los ecosistemas existentes en esas zonas, que se ven degradados.

    Sin embargo, desde la administración en muchas ocasiones se han negado a realizar un análisis en profundidad de este hecho y sus causas. De este modo, son muchas ya las respuestas dadas por la administración Foral en la que indica que no está demostrado que la cabaña ganadera sea la causante de dicha contaminación. Una muestra de ello es la respuesta del Gobierno de Navarra a la denuncia presentada por el Ayuntamiento de Marcilla en referencia a la contaminación por nitratos de las aguas del Barranco de Valtraviesa. En dicha respuesta, el Gobierno se limitaba a dar como solución el uso de agua de Itoiz para el abastecimiento de agua potable en la población. No ofrecía soluciones para el resto de impactos ambientales que esta contaminación produce.

    Sin embargo, la influencia de la ganadería industrial en la contaminación por nitrato de los campos navarros es un hecho probado. Así, en la discusión que se ha efectuando del Plan Hidrológico del Ebro se puede leer lo siguiente:

    Al mismo tiempo, regadío y ganadería no son compartimentos estancos dentro de la producción agraria. Al contrario, están muchas veces interrelacionados, de tal modo que el regadío genera productos destinados a la alimentación animal y posteriormente es receptor de los purines ganaderos, digiriéndolos como abono orgánico. De hecho, las mayores concentraciones ganaderas se localizan en el entorno las zonas regables y, de acuerdo con los estudios isotópicos efectuados, el origen de los nitratos encontrados en las masas de agua afectadas es orgánico.”.

    Vemos como, por lo tanto, la propia Confederación Hidrográfica del Ebro ya advierte de que la mayor parte de las contaminaciones por nitratos en su demarcación son producidas por vertidos ganaderos.

    Aumento de la ganadería intensiva en la Cuenca del Ebro:

    Además, el texto por el que se está discutiendo la revisión Plan Hidrológico del Ebro explica también cómo la carga ganadera, expresada en UGM, ha aumentado un 19% entre los años 2009 a 2018 en la citada demarcación.

    Conforme al Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, la industria cárnica lidera las exportaciones agroalimentarias españolas con tendencia creciente, siendo el producto exportado más representativo la carne de porcino. Esta demanda exterior está principalmente detrás del gran número de granjas en la demarcación del Ebro y de las instalaciones industriales para su procesamiento y no es previsible que esta tendencia vaya a cambiar a corto plazo. Las instalaciones industriales de procesado a su vez generan residuos orgánicos que finalizan también en el suelo agrario

    Así, en virtud de la tendencia registrada en los últimos años, utilizando la información contenida en las encuestas ganaderas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, es posible obtener una proyección de forma aproximada para la evolución del censo de las principales cabañas ganaderas para escenarios futuros.

    Resulta de este modo que si la evolución de precios y demanda exterior se mantiene, y no surgieran otras limitaciones, se producirá un claro ascenso en el número de cabezas de ganado porcino, y que en el año 2039 podría verse casi duplicado respecto a la cabaña del año 2018

    Sin embargo las restricciones existentes que se vienen imponiendo para la instalación de nuevas explotaciones ganaderas, especialmente por la contaminación por nitratos, no permitirán el desarrollo de dicha tendencia.

    Como ya se ha visto en párrafos anteriores, la revisión del Plan Hidrológico ya plantea que la relación directa de la contaminación por nitratos en las masas de agua afectadas es orgánico.

    Por lo cual esta nueva instalación presentada a información pública sólo contribuirá a aumentar la contaminación por nitratos, en lugar a la disminución de los mismos, tal y como lo exigió la Comisión Europea en el procedimiento de infracción 2018/2250 y que dió lugar a tomar una serie de medidas complementarias para intentar revertir la tendencia al alza de la concentración de nitratos.

    Sería contradictoria la instalación propuesta y los esfuerzos de reversión de los niveles de contaminación por nitratos.

    Por todo este conjunto de motivos, creemos que es necesario que en Navarra se determine realizar una moratoria a la instalación de nuevas granjas industriales, y durante ella se establezcan las medidas necesarias para realizar una transición justa hacia un modelo agrario y ganadero compatible con el medio ambiente, y que tenga en cuenta la crisis ambiental y de recursos en la que nos encontramos.

    A modo de ejemplo práctico, es importante saber que la Generalitat de Catalunya estableció en el año 2019 una normativa que impedía durante dos años en determinadas poblaciones afectadas por la contaminación por nitratos toda ampliación o construcción de nuevas explotaciones ganaderas. Moratoria que posteriormente aumentó por otros cuatro años mas. En Navarra es imprescindible que se den pasos en la misma dirección.

    LA INSTALACIÓN DE MACROGRANJAS DIFICULTA EL DESARROLLO EQUILIBRADO DEL ENTORNO RURAL Y FOMENTA LA DESPOBLACIÓN

    Para tener en cuenta las afecciones al desarrollo poblacional de las zonas rurales donde se quieren ubicar proyecto de ganadería industrial intensiva hay que situarse en el marco de los siguientes documentos:

    En dichos documentos se hace un estudio del futuro desarrollo de Navarra, identificando políticas, líneas de trabajo o proyectos que el Gobierno de Navarra debería acometer, desarrollar y/o normativa a modificar, para revertir la tendencia a la despoblación.

    Múltiples informes indican cómo existe un vinculo claro entre la instalación de explotaciones de ganadería industrial intensiva y la despoblación de los núcleos rurales donde estas se ubican. Así, un estudio realizado para Ecologistas en Acción indica como en las últimas dos décadas el 74 % de los municipios españoles con mayor carga porcina intensiva pierden más población o ganan menos que municipios con características similares pero sin este tipo de ganadería.

    Ligar el desarrollo futuro de nuestras zonas rurales a la instalación de este tipo de ganadería industrial no es compatible con la reversión del riesgo a la despoblación que sufre las zonas rurales. La hipoteca que a futuro debe soportar nuestro territorio, con afecciones de dicha instalación o similares sobre los cultivos y ganadería en nuestro territorio, disuasión de establecimiento de nuevos habitantes y la pérdida del valor natural y paisajístico de nuestro entorno es inasumible todavía más en un contexto de lucha contra la despoblación y apuesta por el desarrollo y cohesión territorial que establecen los documentos oficiales arriba mencionados. 

    CONCLUSIÓN

    Quienes sin ninguna base científica, salvo el beneficio económico privado, defienden el actual modelo de ganadería intensiva, ocultan sus efectos tales como: contaminación, despoblación, deterioro de la vida rural, eliminación de las pequeñas propiedades ganaderas, pérdida de suelos fértiles, destrucción colonial de territorios para monocultivos de soja, efectos en el cambio climático…

    Frente al insostenible modelo intensivo e industrial, llevamos años en Navarra defendiendo un modelo ganadero extensivo, justo para quienes viven de ello, que garantice a la población productos de calidad y salud, que cuida cuide los suelos y los bosques, que fija fije y revitaliza revitalice los núcleos rurales. Por ello, una vez más, pedimos al Gobierno de Navarra una actitud valiente y que, a semejanza de Cataluña y otras Comunidades Autónomas, declare una moratoria urgente para la instalación y ampliación de todo tipo de explotaciones ganaderas intensivas.