Como ya es conocido, la fundación Sustrai Erakuntza ha analizado los impactos que produciría un proyecto de minería a cielo abierto de magnesitas en la zona de Erdiz, cerca del alto de Artesiaga. Y ha constatado que la implantación de la nueva explotación tendría consecuencias desastrosas para el medio ambiente y la integridad de la Zona Especial de Conservación Monte Alduide. Pero los impactos de los nuevos proyectos de la empresa MAGNA no quedan ahí. Junto a lo anterior, la empresa también ha presentado un proyecto de ampliar la planta de tratamiento de mineral que tiene en Zubiri.
Para poner en contexto el conjunto de la operación proyectada, debemos de conocer los principales datos de esta empresa. Según la Autorización Ambiental Integrada otorgada por el Gobierno de Navarra, la empresa tiene una capacidad máxima de producción de 200.000 Tm anuales de productos derivados de la magnesita y 80.000 Tm de otros productos. Para ello precisa de un consumo anual de 4.500.000 m3 de agua, que los toma del río Arga que pasa junto a la factoría, y de 400.000 Tm anuales de mineral proveniente de las explotaciones mineras a cielo abierto de Eugi y Borobía (Soria). Para poder procesar el mineral realiza unos consumos energéticos anuales de 40.000 Tm de coque de petróleo, 4.500.000 m3 de gas natural, 20.000 Mw de electricidad y 350 Tm de gasoil.
Según la documentación presentada para ampliar la planta, que hemos analizado someramente, con el nuevo proyecto la empresa podría aumentar su capacidad de producción anual en 70.000 Tm.
Con la producción que realiza actualmente, la empresa de Zubiri ya es la mas contaminante del aire en Navarra, tal y como denunció Ekologistak Martxan Nafarroa en 2016. En dicho año MAGNA fue la empresa de Navarra que más dióxido de azufre (SO2) emitió a la atmósfera y la segunda en emisión de dióxido de nitrógeno (NO2), según datos de las emisiones declaradas al Registro PRTR-España. En cuanto a emisiones de CO2, las empresas que mas emisiones realizan en Navarra son las centrales térmicas de Castejón, Cementos Portland de Olazti, y MAGNA de Zubiri, que en 2017 fue responsable de la emisión de 275.501 Tm, tal y como informaba Diario de Navarra con datos del Gobierno de Navarra.
En estas condiciones nos encontramos con que MAGNA puso a exposición pública su proyecto de extraer magnesitas en la zona de Artesiaga, en las mismas fechas en las que el Gobierno de Navarra informaba de que había declarado de interés foral la inversión para ampliar su planta. Y pocos días después el gobierno nos hacía llegar notificación para presentar alegaciones a dicha ampliación. Este nuevo proyecto consiste en la instalación de un nuevo horno para el procesamiento del mineral, y constituiría una nueva linea de producción en la empresa.
Nos encontramos, por tanto, una vez mas en la tesitura de tener que hacer frente a unas peticiones de participación pública realizadas por el Gobierno de Navarra en pleno periodo vacacional. En esta ocasión agravado por la concurrencia de los dos procesos en prácticamente las mismas fechas, y con la complejidad inherente a cuestiones técnicas de calado.
Además, el proyecto de ampliación de la planta de Zubiri viene avalado previamente por el Gobierno Foral. El análisis del impacto ambiental de los proyectos es el proceso por el cual se comprueba de una manera neutral la utilidad de un nuevo proyecto y su compatibilidad con el medio ambiente y la sociedad que lo rodea. Sin embargo, en este caso ese análisis nace completamente viciado, dado que el Gobierno de Navarra ya lo ha declarado “de interés foral”.
De este modo, nos encontramos con un proceso de participación pública completamente viciado por varias condicionantes que dificultan que la población pueda participar en condiciones de transparencia y neutralidad. Pero es que además el propio proyecto de ampliación de la planta nace completamente relacionado con el otro proyecto de realizar una nueva explotación minera a cielo abierto en Erdiz. Parece evidente que el promotor espera conseguir que la nueva línea de producción se encuentre en funcionamiento para el momento en que consiguiera la autorización para extraer material en la zona de Artesiaga. La empresa quiere aumentar su producción, y para ello le es imprescindible la magnesita que pueda extraer de Erdiz.
Sin embargo, tal y como hemos anunciado recientemente, consideramos que el proyecto minero de Erdiz no puede realizarse, dado que se sitúa en una zona en el que este tipo de actividades no son compatibles con su pretendida conservación. En nuestra web hemos publicado además un reportaje fotográfico de la zona, con indicaciones de como se vería afectada por la explotación, y donde se puede apreciar claramente los graves impactos que produciría.
Viendo la imposibilidad del nuevo proyecto minero de Erdiz, creemos que la ampliación de la planta de Zubiri es poco viable, y por lo tanto se debe de rechazar el proyecto de MAGNA.
Pero en el fondo existen razones mas poderosas aun para la oposición a este nuevo proyecto. Como se ha comentado al principio, la empresa consume una cantidad ingente de combustibles fósiles para realizar su producción (coque de petróleo y gas natural, principalmente). Y añadir un nuevo horno en la empresa llevará inexorablemente a un aumento significativo de estos consumos.
Hay que tener en cuenta que, como se ha comentado, esta empresa es actualmente la mas contaminante de la atmósfera navarra en gases como óxidos de azufre y nitrógeno, y una de las mas contaminantes en la emisión de CO2, gas principal en el proceso de Cambio Climático. En estas condiciones, la ampliación de la planta con un nuevo horno producirá un aumento en el consumo energético, y por lo tanto un aumento en la emisión de contaminantes a la atmósfera. Y es significativo el hecho de que la documentación presentada para este nuevo proyecto no haya analizado en ningún momento su contribución al cambio climático, algo de obligada realización según la ley 21/2013, de Evaluación de Impacto Ambiental, en la que se basa.
Además, tanto en la documentación de la empresa como en la noticia del gobierno se hace mención al aumento de los puestos de trabajo que la ampliación de la planta traería. Consideramos que no se puede permitir el chantaje que supone el uso de estos argumentos para justificar este tipo de proyectos. El empleo y la defensa del medio ambiente no son aspectos contrarios. Lo que si es contrapuesto es la codicia de las grandes multinacionales frente a la defensa del medio ambiente y el empleo sostenibles. El verdadero “Interés Foral” que debería declarar el Gobierno de Navarra deberían ser las políticas destinadas a crear y repartir empleo, teniendo en cuenta los condicionantes del Cambio Climático y del necesario cambio de modelo energético.
Vemos, por lo tanto, que las intenciones de MAGNA de extraer magnesita de la ZEC Monte Alduide se enmarcan en un contexto de una pretendida ampliación de su producción. En estas condiciones, creemos que la suma de los dos proyectos que ha presentado pueden convertirse en unos de los mas destructores del medio ambiente y el equilibrio climático de los que se pretenden efectuar en Navarra. En las condiciones en las que nos encontramos, de emergencia climática y destrucción rampante de los espacios naturales, proyectos como estos no tienen lugar, y van en dirección contraria a lo que deberían. La fundación Sustrai Erakuntza anima a la sociedad navarra a que muestre su disconformidad con estos proyectos y trabaje a favor de alternativas mas justas. Porque la sostenibilidad ambiental y social de nuestra comunidad se encuentra en juego.