Os presentamos la conferencia que dio el profesor del departamento de Geografía de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona Sergi Saladiè en las jornadas Renovables SI pero NO así del pasado 4 de octubre en el Civivox Condestable de Iruñea. A continuación tienes un vídeo que solo incluye su charla, así como un resumen de sus palabras transcritas. El vídeo completo de las 3 charlas de esa jornada se puede ver aquí, e incluye las preguntas del público.
Este profesor de geografía realizó su tesis sobre el despliegue de las renovables en 2 zonas de Catalunya, una con un gran despliegue y otro sin despliegue. La tesis analiza temas económicos y también el posicionamiento y discurso de ambas partes: las empresas promotoras y las administraciones públicas por un lado, y los movimientos sociales de defensa del territorio por el otro.
El modelo actual de la distribución eléctrica en Catalunya es el siguiente: el área de Barcelona consume cerca del 75% de la electricidad de Catalunya, y su producción sin embargo está concentrada en la zona sur de la comunidad.
La energía renovable en el Estado Español se encuentra en mano de las grandes empresas del oligopolio. Sin embargo, la generación renovable no está permitiendo disminuir el coste de la electricidad, a pesar de que ahora es cuando se produce la mayor cantidad de electricidad renovable de la historia. Su precio no está bajando.
Para el despliegue de las renovables en el territorio, las empresas firman convenios de colaboración con los ayuntamientos. Sin embargo, pudo demostrar que estos no eran del todo legales. Además, con el paso del tiempo la empresa de manera unilateral ha rebajado el dinero que les pagaba a los ayuntamientos por la planta renovable. De este modo, los ingresos que los ayuntamientos logran por la instalación de aerogeneradores son del orden de 4.944 €/MW/año, pero van a la baja… Esto viene a suponer solo el 4% de lo que ingresa la empresa eólica.
A pesar de lo que las empresas prometen, estas no generan apenas puestos de trabajo en la zona rural donde se instala los eólicos. Saladiè encontró que solo el 0,7% de los trabajadores de estos parques están empadronados en las zonas rurales donde se encuentran.
Los polígonos eólicos y solares se ubican en zonas despobladas y donde viven muchas personas mayores. Las empresas eólicas buscan estos lugares para facilitar su implantación. Son zonas que ya estaban perdiendo población, y ha comprobado que esa despoblación aumenta después de implantar los aerogeneradores, aunque no se pueda decir que haya correlación entre ambos fenómenos.
Se comprueba como, por lo tanto, instalar aerogeneradores no ayuda a mantener la población en las zonas rurales.
De este modo, las zonas rurales no se benefician ni energética, ni casi económicamente; y tampoco en puestos de trabajo y en mantenimiento de población. Se produce un efecto por el que las zonas urbanas se benefician del proceso y las rurales sufren los impactos ambientales.
En cuanto al carácter de las empresas que ponen los polígonos eólicos, estas son empresas urbanísticas, fondos de inversión, empresas cárnicas, y otras, además de las eléctricas.
Saladiè también ha analizado las posibles alternativas que se presentan para la implantación de las energías renovables.
En la actualidad, en el Estado Español prácticamente la única posibilidad que dan es que la solución de la transición energética solo la podrán dar grandes proyectos.
Sin embargo, cree que es importante fomentar la autosuficiencia local, y tratar de producir de manera comunitaria la energía que necesitan las comarcas locales. Entender esta producción como una cosecha mas del territorio. Esto evita las lineas de alta tensión, porque se consume en la zona local y solo se necesitan lineas de distribución a baja tensión.
Esta idea confronta con el sistema centralizado que tiene pocos productores y grandes centrales. En el sistema distribuido hay muchos productores y centrales pequeñas, y se mantiene el consumo local.
En Alemania, Dinamarca… coexisten el modelo distribuido con el centralizado. Alemania apuesta por el modelo distribuido. En 2010 había 53.000 MW renovables instalados, de los cuales el 51% era propiedad de comunidades locales. En 2019 hay 118.300 MW y el 53,5% es propiedad de comunidades locales. Así mismo, el 66% de la electricidad renovable en 2010 estaba situada en zonas urbanas, a través sobre todo de la fotovoltaica.
Como ejemplo, en Alemania hay un municipio de 2.500 habitantes, que tenía como objetivo conseguir el 100% renovable para 2020. Y en 2010 ya producía 4 veces mas que lo que necesita. Además, al ser la infraestructura que ha instalado pública, el ayuntamiento está ingresando mucho mas que lo que se ingresa con una empresa que pone las renovables, como sucede en el Estado Español.
En Dinamarca también hay casos de éxito rurales similares. Por ejemplo, una isla que es autosuficiente y además exporta electricidad al continente.
Este es un modelo que permite que las zonas rurales tengan un beneficio económico que compensa los posibles impactos negativos. El sistema centralizado utilizado en el Estado Español no lo consigue.
Por lo tanto, es necesario facilitar que se permitan poner este tipo de infraestructuras públicas, comunidades energéticas y centrales distribuidas en las zonas rurales. Y esto actualmente en el Estado Español no se está haciendo. Por lo tanto, hay que hacer lo posible para crear este tipo de comunidades.
Un ejemplo de Catalunya, municipio de La Llacuna, de 875 habitantes. Instaló un aerogenerador a la entrada del pueblo, uno pequeño, de 230 Kw. Sirve para generar electricidad que supone en euros lo que casi cuesta la electricidad que consume el propio ayuntamiento. Hacen falta mas iniciativas de este tipo.