
La sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2 de Pamplona, por la que se condena por delito ambiental a directivos de la macrogranja Valle de Odieta, interpela directamente las decisiones del Gobierno de Navarra. La sentencia ha dejado claro que directivos de esta macrogranja fueron quienes cometieron el delito. Quienes contaminaron gravemente zonas naturales de gran valor, y quienes las han dejado en un estado de desastre medioambiental que difícilmente va a poder ser revertido. La sentencia tiene un aspecto clave, mas allá de las penas de prisión o multas establecidas, obliga a la empresa a realizar las actividades necesarias para restituir los ecosistemas. Otra cosa es que ello sea posible.
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