
Pero cuando decimos lo justo, no nos referimos en el sentido de justicia climática y social, que sea capaz de hacer frente a la situación de emergencia climática y que tenga en cuenta sus consecuencias en las vidas de las personas. La Ley va por otros derroteros. Tan solo plantea cambiar lo mínimo para que la lógica de negocio y beneficio privado asociada al modelo de producción y consumo actual se vea alterada lo menos posible.
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