Sustrai Erakuntza valora con un suspenso el borrador del Plan Energético de Navarra 2030. Así lo ha anunciado esta mañana en la jornada que ha celebrado en el Civivox Condestable. A continuación os dejamos con el texto completo de la valoración y en este otro artículo el resto de materiales que hemos utilizado para la jornada.
Pero también puedes conocer nuestros planteamientos escuchando esta entrevista que Irati Irratia nos realizó antes de la jornada (aquí o en archive.org):
Sustrai Erakuntza valora con un suspenso el borrador del Plan Energético de Navarra 2030
Nos encontramos en un momento de la historia humana de dificultades crecientes, que se reflejan en la actual crisis económica. Ello es debido a que el sistema económico que gestiona nuestra sociedad, el capitalismo, se ha encontrado con límites que no puede franquear. Tal y como expusieron científicos del MIT en 1972, los Limites del Crecimiento están ya condicionando nuestra sociedad. Hace unos meses, en París, los países del mundo reconocieron lo que desde ya hace muchos años es evidente, el consumo de combustibles fósiles está cambiando el clima del planeta. Ello se debe a que la biosfera ya no puede absorber mas uno de nuestros desechos mas extendidos, el CO2.
Por otra parte, la extracción de esos combustibles fósiles se están encontrando con dificultades cada vez mas importantes: cada vez es necesario buscarlos a mas profundidad, o extraerlos de rocas mas compactas y difíciles. De este modo, cada vez se emplea mas energía en su extracción, y el resultado final es de menos energía disponible para la sociedad.
Ambos problemas sumados nos llevan a un mundo en crisis, siendo la crisis económica un síntoma de esa crisis ambiental y de recursos. Sin embargo, el borrador del Plan Energético de Navarra 2030 que recientemente ha presentado el Gobierno de Navarra no analiza esos y otros aspectos clave del problema energético. Crea de ese modo un enfoque alejado de la realidad. Lo hemos analizado en la jornada realizada este sábado 3 de septiembre en el Civivox Condestable. Veamos cuales son esos problemas.
El anterior Plan Energético, del año 2012, era claro al afirmar en su diagnóstico de que Navarra era una comunidad autónoma excedentaria en la generación de energía eléctrica. En 2 décadas habíamos pasado de ser una comunidad “totalmente dependiente del exterior” a exportar en 2009 “un 39,12% de la electricidad generada”. Es decir expresaba con claridad que Navarra tenía capacidad de producir mucha más electricidad de la que realmente se estaba consumiendo. Y sin embargo, posteriormente la disminución del consumo por la crisis económica ha producido que en el 2015 Navarra produjera casi un 40% menos electricidad que 2009.
De este modo las instalaciones eléctricas actuales están preparadas y disponibles, pero “en stand by”. El actual borrador del Plan Energético estima que, si se sale de la “crisis” (y parece confiar en ello), el consumo eléctrico, pese a las supuestas medidas de eficiencia energética y ahorro que incorpora, subirá del orden de un 2% anual. Pero poniendo este aumento en perspectiva, tendríamos un pequeño aumento de la necesidad de generar electricidad, muy fácil de realizar teniendo las infraestructuras que permitieron la producción de 2009.
Las ilegales centrales térmicas de Castejón produjeron en el año 2014 apenas el 8% de toda la electricidad que se generó en Navarra. Esto representa una producción insignificante. A vista pasada ¿Su instalación en Castejón respondió a una necesidad de la sociedad Navarra o a un negocio privado y particular? Negocio que sigue funcionando para las eléctricas a pesar de esa inactividad, dado que cobran por el mero hecho de mantener las centrales listas para operar.
¿Cuál es el planteamiento del actual Plan ante esta disminución del consumo eléctrico? Aumentar todavía más la capacidad de producir electricidad. En concreto, básicamente se plantea permitir duplicar la potencia eólica actualmente instalada. Decimos “permitir” porque no deja de ser una inversión y un negocio privados.
Con la actual capacidad de producción de electricidad eólica estamos ante la histórica circunstancia de que en determinadas horas y días el 100% de la electricidad consumida en Navarra ya está siendo suministrada por las renovables. E incluso en unos 100 días al año ya hay exceso de energía renovable producida que tiene que ser transportada fuera de Navarra. Es esta producción renovable muy importante de cara a hacer frente a la crisis climática y de recursos ya indicada… pero que también nos indican que difícilmente se podrán alcanzar cotas mayores, si se siguen empleando los mismas técnicas de producción (mas energía eólica).
Porque sucede que si se duplica la potencia eléctrica eólica actual, lo que realmente sucederá es que los días de viento aprovechable se producirá un gran excedente de electricidad que deberá ser vendida en el exterior. De este modo, el problema no es que no haya suficiente potencia eléctrica renovable, el problema es que las renovables instaladas en Navarra ya producen 100 días al año más electricidad de la realmente utilizada en Navarra. En estas condiciones, ¿qué se hace con la energía producida si los aerogeneradores funcionan por la noche, cuando la demanda es escasa?
Lo que ahora corresponde, y el Plan Energético debería analizar, no es como aumentar la capacidad de producir mas electricidad con las mismas fuentes renovables. Lo que necesitamos ahora es implementar sistemas para aprovechar más la energía renovable disponible y que ahora no se puede usar en determinadas horas: sistemas activos a la producción, acumulación, soluciones hidráulicas, caloríficas, de aire comprimido, vectoriales o del tipo que sean. Hay que implementar más I+D+I para aprovechar esa energía, en lugar de producir más. Todo lo demás no responde al interés general de la sociedad navarra sino responde al interés privado y particular de poner en marcha el segundo boom del negocio eólico.
El previsto aumento de los parques eólicos de gran tamaño no consigue la reducción de las fuentes de producción no renovable. No hay mas que ver que el Plan Energético no propone medidas como la clausura de las ilegales Centrales Térmicas de Castejón. Pero además, el Plan trae más subestaciones eléctricas (entre otras las de Dicastillo y Ezkabarte), y nuevas líneas de alta tensión hacia Gipuzkoa (Itxaso) y Francia (Cantegrit). El Plan nos trae más grandes centrales de producción eléctrica a través del viento y a través del gas natural, más producción eléctrica excedentaria y más líneas de alta tensión para vender esa electricidad.
Así, vemos que en Navarra hay que aplicar decididamente una moratoria en la instalación de más centrales de energía eléctrica y planificar una reducción de la generación y el consumo energético. Pero esto no se realiza. Así, cuando se entra a analizar la movilidad de personas y mercancías se expresa literalmente que: «la movilidad de las personas está directamente relacionada con la economía, de manera que en la medida de que la recuperación económica se asiente, está previsto el incremento de la movilidad«. De este modo, el plan no incluye medidas para evitar la sobre-movilidad existente en la sociedad actual. El apartado que trata este tema tan solo refleja la promoción del vehículo eléctrico (ayudas económicas para su compra, descuentos en peajes, en la ITV, etc). Y tampoco analiza el tren: apenas dos líneas que no concretan nada, con lo cual interpretamos que se seguirá con la promoción del viejo proyecto de Tren de Altas Prestaciones (TAV), la construcción de su estación en Etxabakoitz y la eliminación de la de Tafalla. ¿Acaso no sería fundamental una planificación del transporte y en concreto del ferrocarril para Navarra? ¿Acaso esto no es imprescindible si se quiere hablar de energía?
Tampoco se habla de otros sectores que los que se debería analizar su contribución al consumo energético, de forma que fueran racionalizados. En el sector primario, por ejemplo, debiera ser fundamental apoyar las Comunidades de Regantes con planes de ahorro de agua y de rehabilitación de los sistemas de regadío con gran consumo energético. Y también apostar por que Navarra pueda producir los productos de alimentación que consumimos, apoyando a la agricultura de cercanía de manera que se evite el gran transporte y se ahorre energía…
Y en las ocasiones que el Plan aborda esos aspectos, no entra en lo fundamental. Así, tenemos un capítulo entero sobre el aprovechamiento energético de la biomasa forestal, pero olvida un punto clave: ¿cuál es el potencial de biomasa forestal en Navarra respetando y mejorando la biodiversidad? El plan no lo analiza, ni prevé medidas para analizar valle a valle y pueblo a pueblo la cantidad de madera, de qué especies y por dónde podría ser extraída. Potenciar el uso de la biomasa forestal sin concretar estos aspectos acabará no siendo renovable.
Vemos así que nos encontramos ante una verdadera lucha entre dos concepciones en la generación de la energía: el modelo centralizado actualmente vigente, y un posible modelo descentralizado mucho más democrático, ecuánime, redundante, seguro, eficiente y amigable mediambientalmente. La postura del propuesto Plan Energético es clara: en vez de velar por el ahorro, la eficiencia energética y las renovables, a la vez de impulsar la economía cercana y local de los/as consumidores/as, prefiere ponerse en una situación más cómoda de apoyo al oligopolio del sector eléctrico.
Por todo ello creemos que en Navarra no es necesario realizar más infraestructuras centralizadas de producción y transporte de energía. El Plan Energético debería poner las bases para poder planificar un decrecimiento energético que tienda hacia la soberanía energética. Es el momento de crear nuevas alternativas al modelo derrochador que nos ha hundido en esta profunda crisis de valores humanos.
Para ello debemos frenar el fomento de las industrias generadoras de energía con sistemas que atentan al medio ambiente, sean por el uso de combustibles fósiles, o por la implantación de grandes instalaciones de energías renovables en zonas medio-ambientalmente delicadas.
Estamos obligados a desarrollar y utilizar la planificación democrática en el desarrollo de energías limpias, descentralizadas, renovables y de bajo impacto. ¿Es la energía un bien común que necesita infraestructuras de interés público o una mercancía que circula por los territorios? ¿Es este “El Plan Energético de Navarra” o es “Un Plan Energético en Navarra”?
La clave para cambiar la realidad energética es cambiar la realidad social, la consecuencia de esto será el ahorro. La reducción del consumo energético es la única forma eficaz de poder llegar a ser autosuficientes en la generación de energía, algo necesario en vista del agotamiento de los recursos naturales.
En Navarra, a 3 de septiembre del 2016.
Fundación SUSTRAI Erakuntza
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