El pasado 22 de noviembre, el compañero Pablo Lorente dio una conferencia en el centro comunitario Plazara. con el título “Renovables y Soberanía Energética”. La charla estaba organizada por la Plataforma Noain 500 urte/años, que también la han grabado completa y subido a internet. A continuación tienes el vídeo y un resumen transcrito de lo que Pablo nos trasmitió…
Creemos que es necesaria la soberanía energética, la soberanía alimentaria y la soberanía popular. Porque la decisión final ha de ser del pueblo y cada vez se pierde mayor capacidad de decisión.
Cuando publicamos nuestro informe sobre el boom de las renovables a primeros de año había unos pocos proyectos nuevos en tramitación, ahora se acercan al centenar.
El plan que hay en materia de energía es apostar a tope con las renovables, sin ninguna planificación democrática, y mantener la apuesta también por el transporte individual usando el coche eléctrico.
El argumento para imponer este plan es el cambio climático. Y, evidentemente, ante un problema tan gordo como el del cambio climático, parece que no se puede decir no a estas dos propuestas. Pero si se analizan al detalle los problemas que hay detrás de un despliegue sin control de renovables y coche eléctrico, que tienen grandes impactos en la biodiversidad y en el fondo también acaban influyendo en el cambio climático…
En el caso del transporte, tenemos un sistema que ya está electrificado desde hace tiempo y es el tren. Sin embargo la única apuesta que tiene el plan energético es el TAV, que tiene un mayor consumo energético, y no sirve para transportar mercancías.
El plan energético de Navarra tampoco rechaza uno de los mayores productores de cambio climático, las centrales térmicas de Castejón, que son ilegales, y por tanto se deberían cerrar.
La soberanía energética es necesaria para:
- Producir energía lo menos contaminante posible y lo mas cerca de donde se consume. Esto evita perdidas de energía y sobrecostos.
- Que los propietarios de la producción energética sean los ayuntamientos y concejos, con un control y propiedad públicas.
- Que se base en el control de las necesidades básicas de la población.
- Conseguir así un control real del sistema energético, que supere el actual control especulativo de la electricidad, por ejemplo.
En Navarra actualmente la mayoría de la electricidad que consumimos la producimos aquí, en muchas ocasiones con un 80% de renovables. Y parte de esa electricidad incluso se exporta. Y ahora hay un montón de nuevos proyectos de renovables, como se puede ver en el informe.
Por otra parte, la electricidad es solo el 20% del consumo energético de Navarra, aproximadamente. La gran mayoría del consumo son combustibles fósiles, cerca del 80%.
De esta forma, en Navarra podríamos llegar a autoabastecernos de energía, pero no manteniendo el consumo energético que hacemos actualmente, que es desorbitado. Es necesario reducir ese consumo de energía, y es imposible hacerlo dentro del sistema Capitalista, que necesita el crecimiento perpetuo de todo para no entrar en crisis.
Es necesario empoderar a la población y conocer las limitaciones que tiene el planeta, porque si no nos engañamos. Es necesario cambiar todos los aspectos de la sociedad que tienden a mantener el status quo actual, para conseguir estar dentro de los limites planetarios.
Al cuestionar el sistema energético se está cuestionando de manera implícita el sistema capitalista.
Los proyectos actuales de polígonos eólicos y solares son gigantescos. Por eso ya no se pueden llamar parques, son auténticos polígonos industriales. Ejemplo los solares en el Perdón, o los de Iberdrola o Sacyr.
Ante esto, los gobiernos no están planificando en ningún momento que tipo de proyectos y en que lugares se ponen. Por lo tanto, el gobierno no ejerce su soberanía sobre el modelo energético, lo deja en manos de las grandes empresas: las vinculadas a los hidrocarburos y las eléctricas. En parte por las dificultades cada vez mayores a la extracción de petroleo, que se va agotando. Por eso las empresas de hidrocarburos quieren diversificarse.
Por eso es necesario apostar por una disminución del consumo energético. Si no lo hacemos, si no empezamos a organizar el decrecimiento, lo vamos a pasar muy mal.
El problema energético no es local, es global, y lo que hacemos aquí afecta a todas partes. Y nuestro consumo acaba explotando a los países del sur…
Uno de los debates que mas van a salir ahora es el de «recuperar la energía nuclear», que lo impulsan sin acordarse de los residuos radioactivos, ni de las necesidades de hormigón y otros materiales para construir las centrales, y de las necesidades de explotar otros países para extraer uranio. El otro plan sería instalar placas solares en el desierto del Sahara y traer la electricidad con grandes lineas de alta tensión…
Si hacemos frente a esto conseguiremos: defender el comunal, mantener la biodiversidad, conseguir una producción descentralizada y desconcentrada de la energía y su propiedad, y si se consigue reducir consumo y se cambia el modelo productivo se consigue tener una soberanía energética.
Todo esto se desarrolla en el informe del boom de las renovables, que está a vuestra disposición en la web.